España registró 463.133 fallecimientos en el año 2022, según datos del INE. El dato revela un aumento de muertes: 12.389 más que en el año anterior (un 2,7 %) y 44.430 más que en 2019, el año previo a la pandemia de COVID-19 (un aumento del 10,6%). Solo en el verano, las altas temperaturas dispararon la tasa de mortalidad un 20%.
El grupo de enfermedades del sistema circulatorio se mantiene como primera causa de muerte en 2022, con el 26% del total, seguida de los tumores, con el 24,8% del total. Por detrás se sitúan las enfermedades respiratorias, que fueron la tercera causa de muerte, con el 9,3%.
Respecto al año anterior, llama la atención que los fallecimientos debidos a enfermedades del sistema respiratorio aumentaron un 20,9 %, pese a que la COVID-19 produjo un 20 % menos de muertes que en el año 2021 (31.559 personas fallecidas). Las muertes producidas por enfermedades del sistema circulatorio fueron un 1,2% y las de tumores un 0,9%.
Por sexo, fallecieron 233.690 hombres y 229.443 mujeres el año pasado, lo que representa un 1% y un 4,6 % más que en 2021, respectivamente. El incremento fue del 9,9% en el caso de los hombres y del 11,4 % entre las mujeres.
Los tumores fueron la primera causa de muerte en los hombres y la segunda en mujeres. Por su parte, las enfermedades del sistema circulatorio fueron la primera causa de mortalidad femenina y la segunda entre los varones.
Las enfermedades del sistema respiratorio se situaron como tercera causa de muerte en ambos sexos. Para ambos sexos, las enfermedades del sistema respiratorio fueron las que más aumentaron respecto al año anterior, un 15,6 por ciento en los hombres y un 28,4 por ciento en las mujeres.
Pese a la bajada, la COVID-19 aún fue la causa de muerte más frecuente en 2022. Se situaron por detrás las enfermedades isquémicas del corazón (con 28.687 defunciones, un 0,6 por ciento menos) y las enfermedades cerebrovasculares (con 24.558, un 1,2 por ciento menos).
Entre las enfermedades más frecuentes, las causas de muerte que más aumentaron fueron la neumonía (28,6 por ciento), la demencia (10,8 por ciento) y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores (8,5 por ciento).