Un equipo de médicos militares de Sri Lanka extirparon, el pasado 1 de junio, el cálculo renal más grande y pesado registrado hasta ahora en el mundo. La piedra pesa 801 gramos y mide 13,37 centímetros. Buscando un símil, la cadena CNN apunta que tiene la longitud de un plátano y el peso de cuatro hámsteres.
El paciente intervenido por doctores del Ejército es Canistus Coonge, un sargento retirado de 62 años. La cirugía se realizó en el hospital militar de Colombo, la capital del citado país asiático. Por otra parte, en Argentina, un joven decidió que le extirparan el ombligo porque "acumulaba suciedad".
El cálculo extraído a Coonge, que es cinco veces más pesado que el riñón de un adulto, ya ha entrado en el Libro Guinness, batiendo el récord que tenía un hombre de Pakistán desde 2008, al que quitaron una piedra renal de 13 centímetros y 630 gramos.
Los cálculos renales, también denominados nefrolitiasis o urolitiasis, son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones, según explica la Clínica Mayo.
La dieta, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas y ciertos suplementos y medicamentos se encuentran entre las muchas causas. Los cálculos renales pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan.
Según sea el caso, es posible que sólo haya que tomar analgésicos y beber mucha agua para expulsar un cálculo renal. En otros casos (por ejemplo, si se alojan en las vías urinarias o provocan complicaciones), es posible que se necesite una operación.
El mencionado centro médico también señala que expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, aunque, normalmente, no producen daños permanentes si se detectan a tiempo. Afectan a aproximadamente un 10% de las personas en algún momento de sus vidas.