La Unión Europea considera necesario aumentar y mejorar la asistencia en Salud Mental. Y España tiene trabajo. En nuestro país hay cinco psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que la media de Europa y muy alejados de los más de 50 en algunos países nórdicos.
Además, estas cifras también afectan a la economía, una de cada cuatro consultas en Atención Primaria son por problemas de salud mental. Tampoco debemos olvidar que en España se producen 11 suicidios al día. Conscientes del problema, muchas personas, como padres de jóvenes y menores que se han quitado la vida, organizan charlas.
Las charlas de la asociación Sara Jiménez se realizan en el Colegio Ramón y Cajal de Madrid. Hemos sido testigos de una de ellas:
Francisco Javier, el padre de Sara, explica su historia ante los estudiantes: "Mi hija, con 20 años, se suicidó, sin motivo aparente". Junto a él, otra madre que soportó el mismo dolor: "Idoia también perdió a su hijo, que tenía 10 años, por un tema de bullying".
Intentan romper el tabú, reivindican la necesidad de hablar. "La gente me mira y me señala, yo soy la madre del niño que se tiró", cuenta Idoia, la madre de Alejandro. Francisco Javier quiere abrir los ojos de todos los que pueda: "¿Quién cena solo en sus habitaciones?", pregunta a los jóvenes que escuchan. "Se ha perdido mucha comunicación entre los padres y los hijos", agrega el padre de Sara.
El problema viene de lejos. Porque estos jóvenes "están sometidos a muchas demandas", como precisa la orientadora Carmen Blanco. Y ahora, todos viven pegados a una pantalla. Cristina, alumna de primero de Bachillerato, reflexiona sobre esto: "Como que da verguenza que la gente sepa que estás más".
En las pantallas y redes sociales solo vende la felicidad: "Muestran una imagen falsa de uno mismo", precisa Jorge, otro estudiante consciente del problema y presente en las charlas. Siempre hay señales: "Que deja de hablar, que empieza a estar más nervioso" y hay que estar atentos. "Muchas veces se despiden por redes sociales".
Hay que comunicarlo, aunque no quieran: "No os quedéis a un lado, aquí todos somos agentes de cambio", precisaba Idoia ante los alumnos. Se debe buscar ayuda profesional: "De un problema de salud mental no se sale solo". Los datos son dramáticos, por eso toman impulso. Estos padres tenían "que buscar una salida positiva". "Yo por mi hija ya no puedo hacer nada, ahora lo hago por los demás", sentencia Francisco Javier. No quieren que nadie arrastre su dolor.