El consumo de ultraprocesados tiene consecuencias en la salud mental de los adolescentes, según un estudio

Los expertos alertan: en los últimos 20 años se ha triplicado el consumo de ultraprocesados, especialmente entre los más jóvenes. En el Día Mundial de la Nutrición, celebrado el domingo 28 de mayo, advierten de un estudio que asegura que la ingesta de estos productos por parte de adolescentes se relaciona con problemas de salud mental.

A la hora del recreo los adolescentes consumen tentempiés como bollos, galletas, batidos, zumos, algunos bocadillos, pero poca fruta. Confiesan que a veces es cuestión de tiempo y otras, de dinero.

Malestar emocional y problemas de conducta

Este consumo de ultraprocesados no solo aumenta el riesgo de padecer obesidad. Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica de Girona vincula el consumo de estos productos en jóvenes de entre 13 y 18 años con malestar emocional y problemas de conducta.

“Un mayor consumo de ultraprocesados tiene una consecuencia en la salud mental de los adolescentes y en particular manera en alarma de depresión. Ese es el síntoma que hemos encontrado más frecuente”, advierte Pietro Tonini, investigador ICTA-UAB.

“En segundo lugar, lo que hemos detectado son síntomas de problemas de relaciones y en menor medida también síntomas de hiperactividad”, añade.

Embutidos, galletas o carnes procesadas fueron los productos consumidos más frecuentemente por los participantes en el estudio. Se investiga ahora por qué esa relación con la salud mental. Hay algunas hipótesis como el vínculo entre alimentación poco saludable y obesidad y otras, centradas en la composición de estos productos.  

“Hay también estudios que ven directamente cómo moléculas dentro de los ultraprocesados pueden incidir en el desarrollo cerebral de los adolescentes”, explica Tonini.

Los expertos apelan a una mejor educación nutricional

Los expertos apelan a la educación en casa a la hora de comer, pero también señalan a los colegios: “Es una alarma que tienen que tener en cuenta las cantinas de las escuelas y, sobre todo, tiendas que venden productos cerca de las escuelas”.

En los últimos 20 años, el consumo de los ultraprocesados se ha multiplicado por tres en nuestro país.