Expertos en sanidad alertan de una tendencia cada vez más al alza ante la también creciente oleada de problemas que muchos ciudadanos experimentan a la hora de dormir adecuadamente: el uso de melatonina sin control ni prescripción médica.
Desde hace un tiempo, y por su eficacia, se ha puesto de moda comprarlo como suplemento para conciliar el sueño, pero los especialistas inciden en que su consumo no se debe prolongar de manera continuada, porque su utilización sin control entraña también riesgo.
Hoy la encontramos en todo tipo de presentaciones: “En formato gotas, tipo sacarina, como gomitas…” Gominolas para niños y pastillas para adultos que se venden sin receta porque cuando la dosis de melatonina es inferior a los 2 miligramos se comercializa como complemento alimenticio.
“Cada vez se está vendiendo más para todas las edades, pero sobre todo de 35 a 55 años, yo creo que la población más sometida a estrés”, refiere una farmacéutica, entrevistada por Informativos Telecinco.
Los trastornos del sueño, cada vez más presentes en la población
Más de cuatro millones de españoles padece algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave. Son cifras de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que en uno de sus últimos estudios añade además que más de 12 millones de personas se despiertan con la sensación de no haber conseguido un sueño reparador.
Estas cifras, –subrayan–, ponen de manifiesto que conseguir un descanso de calidad sigue siendo una asignatura pendiente para gran parte de los españoles. Los trastornos del sueño, además, se han agudizado desde la pandemia y existe una preocupante tendencia a la automedicación. Solo el 2% acude a consulta.
En este escenario, pese a que cada vez son más las personas que la han incorporado a su vida, los médicos insisten en que debe tomarse durante periodos cortos: “En periodos menores de 40 días, incluso menos tiempo. La melatonina no se puede utilizar como un producto para que regule nuestro sueño”, recalcan.
Usarla de forma continuada, explican en esta línea, tiene riesgos: “Somnolencia diurna, trastornos del sueño. Sobre todo náuseas, y en algún caso se han descrito convulsiones”.
Por eso, la mejor recomendación es consultar a un especialista cuando el insomnio es crónico y hay que tratarlo, además de seguir los consejos tradicionales para intentar conciliar el sueño adecuadamente de manera natural siempre que sea posible, rehuyendo de las pantallas tan presentes en estos días antes de ir a la cama.