A finales del año pasado, en España se registró un brote de bronquiolitis aguda que llevó a los servicios de urgencias pediátricas y a las farmacias a sufrir un colapso, registrándose una importante falta de stock en cuanto a medicamentos. Dicha enfermedad puede dejar secuelas en los más pequeños e incluso causar la muerte. De hecho, en Salamanca falleció un bebé de pocos meses debido al denominado virus respiratorio sincitial (VRS).
El innovador tratamiento de gran eficacia contra la bronquiolitis, un tipo de vacuna que puede evitar más del 80% de los casos, divide a las comunidades autónomas. Unas apoyan su administración a todos los bebés y otras desoyen la recomendación de los expertos y rechazan utilizar este medicamento, salvo con los recién nacidos de riesgo.
Galicia fue pionera al incluir el anticuerpo monoclonal que protege a los pequeños frente a la bronquiolitis en su calendario vacunal y ahora se suman la Comunidad de Madrid, Aragón y Cataluña. Esta última lo acaba de anunciar por medio del consejero de Salud de la Generalitat, Manel Balcells.
"Aquellos niños que nacen durante la época de epidemia, se les administraría en el momento de nacer. Y aquellos que nacen fuera, se esperaría al inicio de la epidemia para darles el tratamiento", explica el epidemiólogo Quique Bassat.
Por otra parte, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias y Andalucía se encuentran pendientes de lo que se decida en la Comisión de Salud Pública, pero de momento están a favor de que sea para todos. "Estamos ya haciendo esa valoración", indica Catalina García, consejera de Salud de la Junta de Andalucía.
Los expertos insisten en sus beneficios para prevenir el contagio y reducir los casos graves. "Podría evitar hasta un 70% de las encamaciones hospitalarias", subraya el pediatra Antonio Jerez. Su compañero de profesión Carlos Príncipe manifiesta que "la bronquiolitis es el ogro entre todas las enfermedades respiratorias".
Todavía no se conoce el coste de Beyfortus y siete comunidades se plantean inyectarlo tan sólo a recién nacidos prematuros o con enfermedades previas. "Incluso tratándose de lactantes sanos puede tener una gravedad importante y precisar una hospitalización", resalta Luis Carlos Blesa Baviera, presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Entre los argumentos para dejar fuera a los bebés sanos está también que no haya dosis para todos.