Estos son los medicamentos que pueden provocar o facilitar la pérdida repentina del cabello
Ciertos medicamentos resultan tóxicos para los folículos pilosos y favorecen la pérdida repentina y excesiva del cabello
Los anticoagulantes, los antidepresivos y los inmunosupresores son algunos fármacos que pueden causar alopecia
La buena noticia es que, sin importar con qué medicamentos se cae el cabello, éste volverá a crecer al dejar de tomarlo
La caída del cabello, al igual que las canas, puede ser una parte natural del envejecimiento. Sin embargo, la alopecia es una enfermedad compleja con muchas variaciones, desde la evolución lenta de la calvicie hasta la pérdida rápida e irregular (la alopecia areata es un tipo común).
La genética, los cambios hormonales, ciertas enfermedades e incluso la contaminación pueden provocar la pérdida del cabello temporal o permanente. Además, los medicamentos recetados también pueden provocar la caída excesiva y repentina.
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Medicamentos que pueden causar alopecia
Cuando el cuerpo pasa por un trauma, puede ocurrir la pérdida repentina y sustancial del cabello. Los desencadenantes pueden ser una enfermedad grave, el estrés, una deficiencia nutricional severa, la disminución rápida de peso o un medicamento que resulta ser tóxico para los folículos pilosos. Si un fármaco es el responsable, esto causa un aumento de la pérdida del cabello unos meses después, generalmente en la parte superior del cuero cabelludo.
La lista de medicamentos que producen caída del pelo puede ser bastante extensa. Los usados con mayor frecuencia y que más efectos contraproducentes generan, según destaca 'Elisthair', son los siguientes:
- Anticoagulantes: en especial la warfarina y la heparina. Son medicamentos utilizados para controlar la formación de coágulos de sangre. No causan caída del cabello inmediata, sino 12 semanas después de iniciar el tratamiento.
- Alopurinol: se usa como tratamiento para un tipo de artritis denominada coloquialmente como 'gota'. Aunque mejora los síntomas en estos pacientes, también causa efluvio telógeno, un tipo de alteración en las fases normales del crecimiento del pelo.
- Antihipertensivos: a pesar de no ser un efecto común ni muy pronunciado, algunos de sus compuestos como los betabloqueantes (entre ellos el atenolol y el propranolol) y los inhibidores de enzimas pueden provocar alopecia.
- Hormonas sexuales: el consumo de hormonas sexuales femeninas (en la píldora anticonceptiva) o masculinas (en la terapia de reemplazo con testosterona) pueden generar caída de cabello, dando lugar a un tipo de calvicie conocida como 'de patrón masculino'.
- Quimioterapia: la terapia contra el cáncer tiene un efecto devastador en el cabello, ya que la función del folículo piloso se ve directamente afectada por estos medicamentos. Los fármacos que se utilizan durante el tratamiento tienen un efecto general sobre todas las células del cuerpo. Y al ser las del tejido capilar muy sensibles, se produce la caída del pelo.
- Antidepresivos: algunos tipos de antidepresivos también pueden causar pérdida capilar. Son, por ejemplo, los casos de la sertralina, la fluoxetina y la amitriptilina, incluidos en gran parte de fármacos de este tipo.
- Inmunosupresores: los medicamentos que se recetan para silenciar al sistema inmune pueden generar alopecia temporal. Un ejemplo claro es el metotrexate, que reduce los niveles de vitamina B y se concentra en el folículo piloso causando pérdida capilar como efecto adverso.
En ocasiones, la pérdida del cabello puede revertirse al cambiar la dosis del fármaco, recetar el medicamento de marca (o uno alternativo) o al añadir vitaminas B o ácido fólico.
Aun así, incluso después de identificar la causa, el cabello podría tardar seis meses en crecer de nuevo, subraya la doctora Carilyn Wieland, dermatóloga especialista en la pérdida del cabello de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota (EEUU).