Estos últimos días de abril están dejando en España unas temperaturas más propias del mes de junio o de julio, un adelanto del verano que no nos abandona en el puente de mayo y que ha provocado que los colegios de Madrid, Andalucía, Baleares y Murcia hayan decidido adaptar los horarios lectivos de sus centros antes las próximas olas de calor.
Por otra parte, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recuerda la importancia de una adecuada conservación para que los medicamentos mantengan sus características de calidad, seguridad y eficacia. Por ello, el organismo destaca cinco sencillos consejos a tener en cuenta en caso de altas temperaturas.
Para comenzar, la AEMPS señala que el paciente debe leer atentamente el prospecto, donde siempre están indicadas las instrucciones de conservación de los medicamentos.
En aquellos fármacos que requieran condiciones especiales de temperatura de conservación, estas aparecerán especificadas en el envase. De este modo, existen medicamentos que se deben conservar siempre en frigorífico (entre 2ºC y 8ºC) y otros que hay que mantener en sitios entre 25ºC y 30ºC.
Aunque el mercurio supere esporádicamente los 40ºC, no afectará a la conservación puesto que son episodios que ocurren de manera puntual. Según la AEMPS, los lugares sugeridos para el almacenamiento de los medicamentos en el domicilio suelen ser sitios frescos y secos, por lo que la temperatura que se alcanza sería menor.
Asimismo, subraya que ciertas formas farmacéuticas, como cremas, pomadas, óvulos o supositorios, resultan más sensibles a los incrementos de temperatura. En dichos casos, si al abrir el producto observamos que su aspecto se ha modificado, no hay que utilizarlo.
En caso de realizar viajes, es desaconsejable mantener los medicamentos en maleteros o en los espacios de los vehículos que estén a pleno sol puesto que la temperatura puede llegar a ser excesivamente elevada.
La AEMPS también puntualiza que muchos medicamentos no requieren de condiciones especiales de temperatura de conservación, pudiendo mantenerse a temperatura ambiente. Dichos fármacos han demostrado que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40ºC incluso durante seis meses.