Jesús González Diéguez, un fontanero de 53 años, no podía dar crédito cuando salió del Hospital San Rafael de A Coruña: todos esos dolores por los que tenía que vivir a base de calmantes habían desaparecido repentinamente tras una “increíble” operación quirúrgica en el centro gallego, donde le intervinieron de una hernia discal sin anestesia general, estando él despierto y hablando con los médicos durante todo el proceso gracias a una técnica pionera.
Antes del tratamiento las molestias eran continuas, lo que suponía un verdadero calvario en su vida diaria y a la hora de desarrollar su profesión. Después de la intervención, su vida ha cambiado drásticamente a este respecto.
En el Hospital San Rafael a González Diéguez le operaron las vértebras L3 y L4 y, pese a permanecer despierto durante toda la cirugía, apenas se enteró cuando terminaron: “Charlábamos como si estuviéramos en un bar. Cuando me avisaron de que ya había acabado todo no me lo creía. Fue algo increíble”, cuenta, en declaraciones recogidas por La Voz de Galicia.
En ese momento, acababa de convertirse en uno de los primeros pacientes de un programa de cirugía pionero no solo en España, sino también en Europa: la intervención de columna con el paciente despierto o con mínima sedación, algo que se realiza en el centro gallego de una forma mínimamente invasiva.
Al frente del programa hay todo un equipo de expertos que, con la cooperación multidisciplinar como uno de los ejes fundamentales, han hecho posible el desarrollo y aplicación de esta técnica que, ante todo, trae significativos beneficios para el paciente, que no solo sufre menos molestias tras la operación, sino que además se recupera mucho más rápido.
Dicho equipo está dirigido por los cirujanos Juan Álvarez de Mon y Juan Castro, quienes cuentan con una gran experiencia en cirugías robóticas de columna mediante endoscopia en las que al paciente solo se les practica una mínima incisión, algo que logra que la recuperación sea más inmediata y mucho menos dolorosa. No obstante, y como explica el propio Álvarez de Mon a Informativos Telecinco, a ello se suma además la colaboración con el anestesista César Bonome, que también es el director médico del San Rafael. De este modo, combinan el exitoso procedimiento quirúrgico con esta fórmula de anestesia, logrando como resultado final la operación con el paciente despierto o con una mínima sedación, algo que consigue no solo evitar la necesidad de una anestesia general sino también sus efectos secundarios.
Todo ello, en su conjunto, es sumamente trascendental, no solo porque los pacientes experimentan una mejoría más rápida, sino porque, además, se minimizan riesgos asociados a la propia anestesia.
En lo que se refiere a cirugías lumbares como las del caso de Diéguez, –hernias discales–, o la estenosis de canal, esto último es de gran relevancia. Fundamentalmente porque, al estar el paciente despierto con esta novedosa técnica, éste puede alertar a los médicos si advierte cualquier sensación extraña o anómala, permitiendo a los especialistas actuar en el momento.
Del otro modo, con la anestesia general, siempre existe el riesgo hipotético de que si, durante la intervención se afecta a algún nervio, se le pueda provocar un daño neurológico al paciente, dándose cuenta los médicos solo durante la exploración tras pasar el efecto de los sedantes.
Así, con esta técnica pionera, en el Hospital San Rafael ese riesgo se minimiza.
“Lo que tiene de pionero o de novedad es que ahora podemos operar las hernias discales mediante una técnica mínimamente invasiva. Esta técnica se llama cirugía endoscópica y consiste en que a través de una mínima incisión de 7 milímetros introducimos una cámara en el interior de la columna vertebral, respetando todas las estructuras anatómicas". Así, explica Álvarez de Mon, pueden sacar esa hernia sin hacer ningún daño”.
"Esto nos posibilita que en las primeras horas tras la cirugía, a las dos horas más o menos, el paciente puede empezar a caminar, e incluso, como no les ocasiona mucho dolor, pueden irse a casa más o menos a las seis horas de la cirugía", afirma, explicando que ni hay sangrado ni riesgo de infecciones, ni tampoco daños estructurales en la columna vertebral.
Todo ello, además, permite ampliar las posibilidades a otros pacientes que, por su fragilidad, tenían contraindicadas este tipo de cirugías, como "los más añosos"; los más mayores. Con esta técnica, sin embargo, ellos también podrían ser tratados.
"Tiene un alto grado de satisfacción en los pacientes por eso mismo y, además, recientemente hemos incorporado un nuevo programa con el servicio de anestesia, dirigido por el doctor César Bonome, en el cual podemos operar a estos pacientes, –incluso pacientes añosos, con patologías previas–, con una antestesia locoregional, por lo tanto no hace falta realizar una intubación, disminuimos mucho las complicaciones y nos posibilita realizar una monitorización. Es decir, preguntar al paciente durante la cirugía si puede movilizar la pierna, lo que nos da un feedback muy positivo para saber si estamos provocando algún daño sobre algún nervio”.
En el caso de González Diéguez, su mejoría fue prácticamente inmediata. Asegura que si a la una de la tarde ya estaba caminando por los pasillos del hospital, “a las seis ya estaba en casa”, sin ninguna medicación y sin dolor. Tanto era así que, ya al día siguiente, salió a andar y estuvo una hora por la tarde y otra por la mañana sin notar ninguna molestia, algo que le resultaba prácticamente inverosímil, y más echando la vista atrás, porque sus problemas de espalda no eran nuevos, y las operaciones tampoco.
Previamente, hace diez años, el fontanero fue operado de la vértebra L5. Entonces experimento fuertes dolores y tardó hasta nueve meses en recuperarse tras ser intervenido. Ahora, sin embargo, espera que al cumplirse seis semanas de la cirugía, cumpliendo con los tiempos, pueda volver a trabajar.
Su caso es solo uno entre los cuarenta pacientes que el Hospital San Rafael ya ha operado de esta forma. María, entrevistada también por Informativos Telecinco, es otro ejemplo de éxito: "Yo alucinaba. Jamás pensaría que podría salir andando por mi propio pie el mismo día. Me operó por la mañana y por la tarde estaba paseando por los pasillos", cuenta, dirigiéndose a Álvarez de Mon.
"Siempre me dio mucha confianza, me habían hablado muy bien de él y dije, vamos a probar. Desde el primer día, increíble, es una cosa que no se puede decir con palabras", expresa.
Ahora, el centro gallego se prepara para asistir a más llegados de toda España.
Ante los resultados que están obteniendo, el especialista en traumatología y cirugía ortopédica del Hospital San Rafael asegura que a muchos les "llama la atención" e "incluso hay gente que mira con incredulidad porque existe el estigma de la cirugía de columna como el peligro a quedarse en una silla de ruedas o recuperaciones largas de un año de evolución". Eso, subraya, ha cambiado: "Hemos conseguido cambiar, junto con otros compañeros, a nivel nacional, –como puede ser el doctor González Murillo o el doctor Castro aquí–, el paradigma de la cirugía de la columna. Ahora podemos lograr que a un paciente que tiene un problema que le genera una incapacidad funcional muy importante, que le imposibilita caminar, el mismo día le soluciones el problema con una incisión única de 7 milímetros, y pueda salir caminando del hospital e incorporarse incluso a su trabajo al mes o mes y medio de la cirugía". "Hemos cambiado mucho ese estigma; estamos mejorando el nombre de la cirugía de la columna”, asegura Álvarez de Mon.
Más allá, no se queda ahí. En el horizonte vislumbra un camino con todavía más posibilidades: "De cinco a diez años va a haber un avance absoluto en temas de navegación, para dar apoyo a este tipo de cirugías, inteligencia artificial… De año a año cambia mucho, por suerte", afirma.
De momento, esta novedosa técnica ya está permitiendo "con una mínima agresión llegar a recuperar a estos pacientes y cambiarles un poco la vida", algo que, como médicos, viven con gran satisfacción.