Una nueva investigación de la Universidad de Rochester (Estados Unidos) ha mostrado que los teléfonos inteligentes y 'smartwatches' son capaces de captar características clave de la enfermedad de Parkinson en fase temprana y sin tratamiento.
Estas tecnologías podrían proporcionar formas más objetivas y continuas de medir la enfermedad y llevar nuevos tratamientos al mercado más rápidamente, en particular para los pacientes en las primeras etapas de la enfermedad.
"Esta investigación muestra que la tecnología fácilmente accesible y ubicua tiene el potencial de detectar y medir objetivamente la severidad y potencialmente la progresión de importantes síntomas de la enfermedad de Parkinson", ha señalado el neurólogo Jamie Adams, primer autor del estudio, publicado en la revista científica 'npj Parkinson's Disease'.
Aunque el Parkinson es la enfermedad cerebral de más rápido crecimiento en el mundo, la mayoría de los medicamentos utilizados para tratarla fueron desarrollados en el siglo XX.
La complejidad de la enfermedad y la limitación de las medidas actuales han sido barreras para las nuevas terapias. La aparición y gravedad de los síntomas, como rigidez en brazos y piernas, dificultad para moverse y caminar y temblores, y la progresión de la enfermedad pueden variar significativamente de un paciente a otro.
Además, las herramientas utilizadas tradicionalmente para hacer un seguimiento de la enfermedad son subjetivas y episódicas. Por ejemplo, sólo se recogen durante las visitas al hospital, lo que limita la comprensión de cómo el Parkinson afecta a la vida cotidiana de las personas.
En el estudio, los investigadores reclutaron a 82 personas con Parkinson temprano no tratado y a 50 controles de la misma edad y los siguieron durante 12 meses. Los voluntarios del estudio usaron sensores de investigación, un Apple Watch y un iPhone mientras realizaban evaluaciones estandarizadas en la clínica.
En casa, los participantes llevaron el reloj inteligente durante siete días después de cada visita clínica y completaron tareas motoras, cognitivas y del habla en el smartphone cada dos semanas. La aplicación del teléfono inteligente realizó un seguimiento de la velocidad con la que se grababan los dedos, el rendimiento en tareas cognitivas y el habla, mientras que el reloj inteligente pudo medir el movimiento de los brazos, la duración de los temblores y las características de la marcha.
Los investigadores fueron capaces de detectar características motoras y no motoras que diferían entre las personas con Parkinson temprano y los controles emparejados por edad.
Ahora, el equipo está llevando a cabo un análisis longitudinal y también un estudio que hará un seguimiento de los participantes durante un período más largo para determinar qué medidas son lo suficientemente útiles como para ayudar a los investigadores a evaluar si una terapia experimental está teniendo un impacto significativo en la progresión de la enfermedad.
"Estos hallazgos refuerzan lo que otros estudios han demostrado: los dispositivos digitales pueden diferenciar entre las personas con y sin Parkinson temprano y son más sensibles que las escalas de calificación tradicionales para algunas medidas de la enfermedad de Parkinson", ha asegurado Adams.
Por ejemplo, los investigadores señalan que la aplicación del teléfono inteligente detectó anormalidades en el habla calificada como "normal" por los investigadores. "Mejores medidas conducirán a una evaluación más eficiente, centrada en el paciente y oportuna de las terapias", ha remachado.