Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) revela que los problemas de sueño y el aumento de riesgo de cáncer son las “principales amenazas” de los pilotos en la aviación española, teniendo en cuenta que el 56 por ciento de ellos tiene un sueño anómalo que favorece la somnolencia.
Además, el 54,3 por ciento de los pilotos de corta distancia y un 40,4 por ciento de los de larga distancia consideran que “no tienen suficiente descanso entre vuelos”, según se desprende del estudio epidemiológico en los pilotos de la aviación española que ha realizado la UCM. Así, tampoco es de extrañar que los españoles vivan entre el café de por la mañana y la pastilla para dormir de la noche.
El sondeo, titulado “¿Qué enfermedades afectan a los pilotos?”, ha contado con la colaboración del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial (Copac). Según el cuestionario de Pittsburgh (PSQI) realizado sobre la muestra, se desprende que un 61 por ciento de los sujetos presentaba un sueño “de baja calidad”, mientras que ese porcentaje se elevaba hasta casi el 68 por ciento entre el grupo de pilotos que recorren largas distancias.
La encuesta realizada entre este colectivo profesional también concluye que la prevalencia de cáncer en pilotos es superior a la población general española. En concreto, los casos de próstata (32 por ciento) y de melanoma (18 por ciento) aparecen con un porcentaje “mucho mayor” que el que se puede encontrar entre la población española general.
Los investigadores apuntan que los pilotos conforman un colectivo con “mejores hábitos de dieta y ejercicio que la población general”, pero sus condiciones especiales de su trabajo (como el hábitat presurizado, la baja humedad, los cambios horarios o la demanda mental) suponen “un gran reto físico y mental”.
Esto se refleja también, añaden, en que dos terceras partes de los sujetos del estudio padece desórdenes musculo-esqueléticos (lumbalgias, dorsalgias, cervicalgias) provocadas por sobrecargas posturales y hay mayor predisposición a ciertos tipos de cáncer. Por otro lado, apuntan que el 28,2 por ciento de los pilotos estudiados presentan “sobrecarga de trabajo” al ser evaluado por el método NASA, que un 18 por ciento padece fatiga severa y que un 20 por ciento sufre somnolencia diurna, entre moderada y grave.
Y apostillan que estos tres últimos factores suelen ser concurrentes y “pueden comprometer seriamente la salud y el desempeño de estos profesionales”.