La deportista de élite, alpinista, escaladora y espeleóloga Beatriz Flamini ha batido el récord mundial de permanencia en una cueva: 500 días completamente sola bajo tierra sin contacto con el exterior ni referencias temporales de ningún tipo. Su equipo y ella se han abrazado entre lágrimas en la cavidad situada en la Costa Tropical de Granada en la que ha permanecido a 70 metros de profundidad, en un lugar al que no llega la luz solar y donde ha estado ajena a todo lo que ha ocurrido en el mundo durante casi año y medio.
Beatriz no sabe que Pedro Sánchez sigue siendo presidente, desconoce que hay una guerra en Ucrania, del aumento de la inflación ni de la multitud de asuntos que han acontecido desde que el pasado 20 de noviembre de 2021. Han sido necesarios una tonelada y media de material y alimentos para esta experiencia; y se han consumido 1.000 litros de agua. Beatriz ha leído 60 libros.
El objetivo central de la línea de investigación que ha dirigido Julio Santiago, de la Universidad de Granada, durante el proyecto ha sido estudiar cómo afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo. Desde la Universidad de Almería los grupos de investigación Neuropsicología Clínica y Experimental e Investigación en Ciencias Sociales y de la Salud han estudiado los posibles cambios neuropsicológicos y cognitivos que han conllevado este tremendo desafío, con la soledad, la ausencia de luz, el aislamiento cognitivo y social.
"No es algo que hago por imposición, sino algo que elijo. Me causa mucha curiosidad, mucha fortaleza y mucha alegría", explicaba Beatriz Flamini. "Las cuevas suelen ser lugares bastante seguros, pero muy hostiles al ser humano y sobre todo al cerebro, porque no ves la luz del día, no sabes cómo pasa el tiempo, no tienes referencias o estímulos sonoros... Siempre es el mismo silencio o el mismo goteo".
El papel de la vitamina D en la salud ósea es conocido desde hace años. Favorece la absorción del calcio en el intestino y se utiliza para muchos procesos biológicos. Según un informe elaborado al respecto, la doctora Katherine García, miembro del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Fe de Valencia la vitamina D es “esencial para mineralizar los huesos sanos. Sin vitamina D los huesos son frágiles y puede producir osteomalacia en las personas adultas”.
También la falta de esta vitamina está relacionada con otras enfermedades como “los trastornos neuromusculares que derivan en caídas, alteraciones inmunomoduladoras que están implicadas en la aparición de tumores, insulinresistencia que conduce a diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular”, según expone en dicho informe la doctora García.
La vitamina D también está implicada en otras funciones biológicas. Los músculos, el sistema inmunitario, el metabolismo del fósforo y los dientes son algunas de sus dianas. La falta de vitamina D puede provocar caries y periodontitis. La escasez de esta vitamina puede provocar infecciones del aparato respiratorio superior, alergias, enfermedades autoinmunes y mayor mortalidad.
"Va a tener problemas de memoria y en la toma de decisiones; alteraciones en la atención, en la concentración, en el tiempo de reacción, en la capacidad de abstraer y razonar... ella lo va a sentir subjetivamente como que está más lenta y más errática", resumía Débora Godoy, psicóloga de la Salud y Psicología del Deporte en la Universidad de Granada. "Los humanos pueden estar sin luz tres o cuatro meses, el cuerpo dice que ya está bien si son más.
Psoriasis, dermatitis atópica, ictiosis congénita y acné son otros efectos que puede provocar la falta de luz.
Depresión, ansiedad, alucinaciones, pérdida de memoria, envejecimiento cerebral, lesión visión cromática, alteración ritmo circadiano. Son los efectos que puede causar este reto mentalmente. Nuestra heroína ha tenido que pasar por momentos de terror y euforia, problemas de concentración, cambios de humor. Aun no se si sabe si ha tenido alucinaciones, pero podría ser otro de los efectos. La pérdida de las rutinas diarias, la reducción del contacto social son causas frecuentes de frustración.