Qué es la lectura de pensamiento, la distorsión mental que te hace pensar que no caes bien a la gente
¿Es normal pensar que tu pareja se está desenamorando, que tus amigos en quedan contigo por pena o que en el trabajo nadie te soporta?
Estos pensamientos son el resultado de una distorsión mental llamada “lectura del pensamiento”
La psicóloga Marina Pinilla analiza en qué consiste la lectura del pensamiento y da cinco pautas para superarla
Hay algo que no está bajo nuestro control: lo que pensamos. A menudo, aparecen por nuestra mente frases o imágenes que nos hacen mucho daño y, paradójicamente, a más intentamos eliminarlas o evitarlas, ganan más fuerza.
Algunos de esos pensamientos son los que te repiten que caes mal a la gente de tu trabajo o de la universidad, que tu pareja se está desenamorando, que tus padres están decepcionados contigo o que tus amigos se van a enfadar si no quedas un día con ellos porque te apetece estar a solas.
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Cuando estos pensamientos aparecen, duele mucho, pero luchar contra ellos es una pérdida de tiempo y de salud mental.
Lo que sí está en nuestra mano es ser conscientes de su credibilidad. En otras palabras, podemos decidir en qué categoría incluimos estos pensamientos: si en la de “la parte sincera del cerebro” o en la de “la voz catastrofista”.
La lectura de pensamiento: una distorsión de tu cerebro catastrofista
Detrás de esa voz catastrofista se esconden las distorsiones mentales. Como su nombre indica, este fenómeno coge los pensamientos y, como si fuesen papeles de un libro, los arruga, los rompe y hace que no se pueda leer claramente lo que pone. Es decir, los distorsiona.
Y dentro de las muchas distorsiones mentales que sufrimos, hay una que tiene mucho peso: la lectura de pensamiento.
La lectura de pensamiento consiste en adivinar lo que otras personas piensan de ti, convirtiendo esa creencia incierta en una realidad. Por ejemplo, creer que tu pareja se está desenamorando, que tus amigos en quedan contigo por pena, que tu jefe quiere despedirte o que en el trabajo nadie te soporta.
Todos estos pensamientos distorsionados por la lectura de mente tienen tres cosas en común:
- No son ciertos, pero nos afectan como si lo fueran.
- Suelen aparecer con tus seres queridos. No sueles leer la mente del frutero del barrio o de tu vecina del quinto (y si lo haces, no le das tanta importancia). En cambio, sí que distorsionas lo que piensa tu pareja, tus amigos, tu familia o tus compañeros del trabajo o de clase.
- Son más comunes en personas que no saben gestionar sus emociones. Es decir, sientes inseguridad, pero no la procesas. En cambio, te autoconvences que el problema es que otros piensan mal de ti, cuando en realidad eres tú quién se está torturando mentalmente.
Cómo dejar de “adivinar” lo que otros piensan
Prácticamente todas las personas tenemos una voz catastrofista en el cerebro, pero la diferencia entre unas y otras, es la credibilidad que le conceden.
Si tú sabes que tu pensamiento te puede engañar, aprenderás a ignorarlo y priorizar “la parte sincera del cerebro” de la que antes hablábamos. Pero, ¿cómo llegar a este punto?
- Deja de suponer y empieza a hablar con tus seres queridos. Preguntas como “¿Está todo bien entre nosotros?” o “¿Te gusta pasar tiempo conmigo?”, son una buena forma de empezar.
- Deja de tomar decisiones basadas en emociones o pensamientos catastrofistas y pasajeros. No puedes controlar lo que sientes ni lo que piensas, pero sí lo que haces.
- Aprende a identificar los activadores de las distorsiones. Es decir, las situaciones en las que te sientes más inseguro o insegura, y que normalmente te llevan a aplicar la lectura del pensamiento.
- Básate en la evidencia, no en la creencia. ¿Realmente tienes razones para pensar que te odian? ¿Cuáles? ¿Son lógicas y fiables o son fruto de tus inseguridades?
- Introduce pensamientos realistas alternativos. Aunque al principio no te los creas, puedes acostumbrarte a hablarte con cariño y respeto.
Finalmente, si la lectura del pensamiento está afectando a tu salud mental y no sabes cómo abordarla, busca orientación psicológica.