Tamames, Trump, Biden... ¿la política no es para viejos?: "La rapidez de respuesta no mide la capacidad de pensar"

  • Ramón Tamames, 89 años, ha participado en la moción de censura al Gobierno desde un escaño del Congreso para no tener que subir y bajar las escaleras

  • Joe Biden batió el récord al convertirse en el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, con 76 años

  • "Es la cualificación lo que permite ejercer un cargo adecuadamente y no el criterio de edad cronológica", aseguran desde la SEGG

Ramón Tamames, 89 años, candidato a la Presidencia del Gobierno en la moción de censura promovida por Vox, ha hecho todas su intervenciones sentado en el escaño de Santiago Abascal, sin tener que subir y bajar las escaleras que conducen a la tribuna cada vez que le tocaba intervenir. En 48 horas agotadoras se le ha visto fatigado por tanto debate y tanta intervención. Tamames, que usa bastón para caminar, nació en noviembre de 1933 y empezó en política en 1976 cuando obtuvo por primera vez el acta de diputado por Madrid.

Y no es el único que a una edad bien avanzada ocupa la primera línea. En su caso han sido sólo unos días. Pero Joe Biden batió el récord al convertirse en el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, con 76 años. Ahora con 80 todavía no ha decidido si en 2024 se presentará a la reelección, que de ganar, le tendría en la Casa Blanca hasta los 86 años. Biden ya ha dicho en varias ocasiones "que peor que un presidente de 82 años es un presidente republicano". Y su rival podría ser nada menos que Donald Trump, 76 años, que llegó a ser el 45º presidente de Estados Unidos con 71. Son fuertes las voces que le piden volver a presentarse en 2024, lo que supondría (en caso de ganar) estar en la Casa Blanca hasta los 82 años.

Hay que tener en cuenta que ni en Estados Unidos, ni en España, ni en muchos otros países hay límite de edad para gobernar. Pero surge la cuestión (en el caso de Estados Unidos, una cuestión de estado, con informes médicos de por medio) de si, por buena que sea la salud de alguien tan mayor, está en disposición de aguantar las pruebas de resistencia a las que la política somete a cargos y candidatos, con desplazamientos continuos de miles de kilómetros y debates largos, ruidosos e intensos.

"¿Por qué no? ¿Cuál es el problema de que una persona mayor tome una decisión importante si tiene el conocimiento suficiente y su cognición preservada? Me fiaría mucho más de una persona mayor, experta y con experiencia que de alguien sin conocimiento ni preparación, independientemente de su edad", explica Francisco Tarazona, geriatra, vocal clínico de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

La edad cronológica no debe emplearse para jubilar forzosamente a una persona

Si hablamos de las virtudes que puede tener la juventud o la vejez para determinados cargos se puede hablar de que los jóvenes pueden aportar resistencia física, ideas frescas o capacidad de adaptación y cambio, mientras que la vejez trae la templanza y la experiencia acumulada. Por otro lado, los jóvenes pueden ser impulsivos o inexpertos, aunque los mayores también tienen inconvenientes como que es más difícil hacerles cambiar de opinión, son más inmovilistas en sus decisiones.

Ante esto, Tarazona asegura que si la preparación, capacitación y cognición están preservadas, ¿cuál es el problema? "Por una parte, se defiende, acertadamente, el envejecimiento activo y, por otra, se cuestiona, a las personas de edad que ocupan cargos de responsabilidad. La edad cronológica no debe emplearse para jubilar forzosamente a una persona preparada y en plenitud física y psíquica", apunta el experto.

También señala que la madurez es la base para que un cargo gestione cabalmente sus responsabilidades. "Hay jóvenes inmaduros y mayores inmaduros, de la misma manera que hay jóvenes maduros y mayores maduros. El debate sobre la comparativa entre adultos mayores y jóvenes en estos términos es un claro ejemplo de edadismo. Es la cualificación lo que permite ejercer un cargo adecuadamente y no el criterio de edad cronológica".

El presidente de Estados Unidos Ronald Reagan lo expresó de una manera más irónica su campaña de reelección en 1984. Tenía 73 años y era entonces el candidato más anciano de la historia del país. En el segundo debate electoral le preguntaron si podría resistir situaciones como la de la crisis de los misiles de Cuba, cuando Kennedy apenas durmió durante días. "No voy a aprovecharme para mi beneficio político de la juventud e inexperiencia de mi oponente", respondió. Un mes después, en la noche electoral, arrasó.

La memoria no depende de la edad

Se puede poner el punto también en la memoria. Hay varios tipos de memoria pero todas ellas no dependen de la edad si no de la salud cognitiva, según advierte Tarazona. ¿Un hombre de 80 años puede tener mayor o menor memoria, necesita más tiempo a la hora hora de expresarse? El geriatra lo tiene claro, "la rapidez de la respuesta no mide la capacidad de articular pensamientos profundos. Un buen poeta o un buen escritor de aforismos, independientemente de su edad, puede dar una respuesta lenta pero profundamente sintáctica e intelectualmente elevada que no se puede articular rápidamente, pues requiere de reflexión".

Insiste además, en que si la persona está cognitivamente sana, no tiene porque verse afectada su capacidad de concentración ni de orientación.

El físico tampoco influye

También está el esfuerzo físico que puede conllevar un cargo de esta categoría. Muchos viajes, reuniones largas, levantarse pronto, acostarse tarde, hay que estar al 100 por 100 cada minuto del día. Tarazona comenta que si la persona presenta un buen estado de salud, está capacitado para realizar esfuerzos físicos y para la actividad intelectual del día a día. Y pone un ejemplo: Tiziano pintó algunos de sus mejores cuadros a una edad avanzada, o es importante el número de científicos que han realizado aportaciones brillantes a la ciencia a edades avanzadas.

Desde un punto de vista histórico no es extraño que los mayores gobiernen. La palabra senado tiene la misma raíz latina que senectud: en el senado romano gobernaban los mayores.

Ahora se habla mucho del envejecimiento activo; el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. Ahora, que la población está más envejecida, ¿se puede ser más tiempo joven, casi se puede hacer casi todo a cualquier edad?

"En condiciones óptimas de salud se pueden hacer muchas cosas a cualquier edad, basta ver las mejores marcas en disciplinas deportivas que tienen adultos mayores, muchas de las cuales no son alcanzables por individuos más jóvenes sin forma física", concluye Tarzona.