El candidato a la presidencia del Gobierno en la segunda moción de censura de Vox, Ramón Tamames, ha querido iniciar su intervención recordando sus años de lucha antifranquista y su paso por la cárcel para conseguir "el compromiso histórico" de la Transición. Teóricamente iba a cerrar su discurso reclamando elecciones anticipadas para el próximo 28 de coincidiendo con las autonómicas y municipales pero se ha saltado ese punto.
Lo llevaba escrito en sus 34 folios mecanografiados de los que se ha saltado párrafos enteros. Tras casi una hora de intervención leída desde el escaño de Abascal no ha reclamado eleccones anticipadas a pesar de que ese era el compromiso alcanzado con la dirección nacional de Vox.
Esto es lo que Tamames llevaba escrito según la intervención facilitada por los servicios de prensa de Vox: "En tal situación, lo lógico es que el candidato, vista la problemática de la realidad española, proponga, como algo que sería lógico, la inmediata convocatoria de elecciones generales, que según el calendario previsible aún podrían coincidir con las elecciones del 28 de mayo municipales y autonómicas". Unas palabras que no ha pronunciado.
Lo que sí ha pedido en cambio es un pacto de partidos constitucionales para dar "un cambio radical" en España.
Frente a las críticas generalizadas por la elección de su figura para encabezar la censura al presidente Pedro Sánchez, Tamames ha defendido su candidatura porque considera "una obligación" defender la unidad de España y el artículo 2 de la Constitución o la defensa del español en Cataluña.
Tamames ha recriminado al Gobierno de Pedro Sánchez que no respete la división de poderes o su ley de Memoria Histórica porque según él "nos está creando y nos creará muchos problemas" mientras reclamaba dejar la historia a los historiadores. Cataluña o los pactos con los independentistas y con Unidas Podemos han protagonizado buena parte de su intervención.
"La autodeterminación no existe. Lo discutimos en el debate parlamentario", ha rememorado el viejo profesor recordando la legislatura constituyente y obviando sus últimas declaraciones y escritos en los que defendía la Nación catalana o la España plurinacional.
El exidirigente comunista ha enlazado reproche tras reproche mientras se refería al Ejecutivo de Sánchez como "Gobierno Frankensteis". Por la ley del 'sólo sí es sí', el abuso de los reales decretos leyes, la inseguridad jurídica, el modelo energético implementado por el Ejecutivo o hasta la huelga de los agentes judiciales, los incendios de los bosques o el pacto del agua.
Tamames ha ido siguiendo a su manera el guión trazado en el discurso filtrado a los medios de comunicación la semana que viene en el que ha introducido algunos cambios, metiendo mucha tijera y saltando de un tema a otro. De la corrupción del caso Mediador: "Corrupciones de última hora. Tito Berni y sus colegas. Están tratando de encubrir algo que ha ocurrido por vez primera en sede parlamentaria. Que tengan aquí su oficina de transacciones particulares", al salario mínimo no pactado con los empresarios o la indemnización por despido improcedente.
"Los fijos discontinuos son parados disfrazados"; "el desmadre generalizado del gasto público"; "la indemnización por despido improcedente es un pacto franquista", iba sentenciando mientras Sánchez no sabía qué cara poner y tomaba notas.
El exdirigente comunista también ha criticado duramente la "aversión a los empresarios" por los ataques a Mercadona, Zara o Ferrovial y ha defendido un modelo público privado en Sanidad. Lo más aplaudido por los 52 diputados de Vox su mención a su particular 'Gibraltar español'.
Más allá de las críticas Ramón Tamames, candidato a la presidencia y como tal en teoría obligado a hacer un discurso con propuestas alternativas al Ejecutivo censurado, no ha planteado un programa alternativo de Gobierno. Sí ha pedido pactos para luchar contra la corrupción y recuperar la concordia, paz y entendimiento. El nonagenario profesor ha pedido un pacto de los partidos constitucionalistas para dar un "cambio radical" al país.
Y así se ha despedido el candidato, con un lapsus, recitando a Machado y dando las gracias a su mujer Carmen, a los diputados y al personal de la Cámara. "Gracias por la luz y los taquígrafos", concluía de forma irónica.