El caso de un joven de 27 años cuya identidad no se ha revelado ha vuelto a hacer visible una enfermedad rara de las que pocas veces o casi nunca se suele hablar. Esta patología es el síndrome de enfermedad posorgásmica y se produce cuando los pacientes sufren reacciones alérgicas a los orgasmos.
Es decir, los pacientes que padecen este síndrome experimentan síntomas parecidos a los de las reacciones alérgicas cuando tienen un orgasmo.
En su caso concreto, este joven de 27 años llevaba nada más y nada menos que diez años sufriendo síntomas alérgicos entre los que destacaban la tos, la rinorrea, estornudos y granos en su piel.
Todos estos síntomas siempre aparecían cuando el paciente experimentaba una eyaculación. Cansado de estas reacciones cada vez que tenía un orgasmo, el joven acudió al médico para ver qué le pasaba.
Tras someterse a pruebas y visitar a urólogos, otorrinolaringólogos, un especialista en enfermedades infecciosas y un alergólogo experimentados, los expertos sanitarios descubrieron que el joven padecía el síndrome de enfermedad posorgásmica (POIS) además de alergia al melón y sensibilidad a la hiedra venenosa.
El síndrome de enfermedad posorgásmica (POIS) es una enfermedad raramente diagnosticada y no existe una terapia única más efectiva conocida. Hay que destacar que tan solo existen 60 casos registrados en todo el mundo.
Según ha recogido la revista científica 'Sciencie Direct', los expertos sanitarios han establecido que, para padecer este síndrome raro, los pacientes tienen que sufrir los siguientes síntomas:
En el caso particular del paciente de 27 años al que se le diagnosticó POIS, los alergólogos recetaron varios antihistamínicos para rebajar estas reacciones alérgicas.
Por suerte, el joven logró disfrutar de sus relaciones sexuales sin luego sufrir reacciones alérgicas gracias al efecto de estos medicamentos.
En el estudio publicado en la revista científica 'Sciencie Direct' se ha destacado que, probablemente, existan muchos más pacientes que padecen este síndrome pero que no sean diagnosticados debido a la vergüenza que sufren al acudir al médico.