La meningitis consiste en la inflamación de las cubiertas del cerebro o meninges. Puede ser de origen infeccioso -bacteriano, viral, favorecida por hongos, pero también inflamatoria o secundaria a un tumor que infiltra las meninges. Y, entre los síntomas, se encuentra la cefalea o la fiebre.
“En los últimos años se ha producido una disminución significativa del número de casos de meningitis. En gran medida, esto es debido al uso precoz de antibióticos ante una infección, y el hecho de que cada vez disponemos de un mayor número de vacunas frente a gérmenes como el meningococo y sobre todo neumococo, que son los que con mayor frecuencia causan meningitis bacteriana", explica el doctor Pablo Irimia, especialista en Neurología de Clínica Universidad de Navarra en una entrevista para Infosalus, recordando que las de origen infeccioso son las más frecuentes.
Entre otros signos meníngeos, destaca el experto en la entrevista, se encuentran la cefalea, fiebre elevada, vómitos, y dolor cervical, con dificultad para la flexión del cuello -lo que se denomina rigidez de nuca-.
Estos, “progresan de forma muy rápida hacia la aparición de disminución del nivel de conciencia y hacia otra sintomatología neurológica. Son similares en adultos y en niños, aunque en los niños muy pequeños puede haber manifestaciones como la disminución del nivel de conciencia, o un llanto constante".
Preguntado por las complicaciones en el largo plazo de las meningitis, el doctor Irimia subraya que la meningitis bacteriana no tratada se asocia a una elevada mortalidad: "Los gérmenes atacan el sistema nervioso central y se reproducen de forma muy rápida, por lo que debe ser tratada. El inicio del tratamiento tiene que ser muy precoz para evitar que los pacientes desarrollen secuelas".
En el caso de las meningitis virales, sin embargo, suelen tener un muy buen pronóstico y en su mayoría se resuelven espontáneamente sin necesidad de tratamiento, celebra el neurólogo de Clínica Universidad de Navarra.
El tratamiento depende de la causa, según prosigue el doctor Irimia, y en el caso de las meningitis bacterianas, estas requieren el uso de antibióticos. En las virales dice que habitualmente no se utilizan antivirales, con excepción de algunas causas concretas de meningitis por virus muy concretos. "Si la meningitis tiene un origen inflamatorio o tumoral debe tratarse la enfermedad de base", apostilla.
Aquí recuerda este neurólogo que el diagnóstico de las meningitis ser realizada mediante el estudio del líquido cefalorraquídeo, y para ello mantiene que es imprescindible realizar una punción lumbar, además de estudiar los cambios en el líquido cefalorraquídeo y la presencia de gérmenes.