Algo muy habitual que podemos llevar en el avión son medicamentos. Quien más y quien menos los ha necesitado en un desplazamiento y, por regla general, solemos optar por incluirlos en el equipaje de mano. A fin de cuentas, así los tenemos a mano en caso de emergencia y nos aseguramos de que llegan al destino si el equipaje facturado sufriera algún contratiempo. Pero ¿está permitido llevar medicamentos en la cabina? ¿Hay alguna prohibición?
Dadas las actuales restricciones con los líquidos, es conveniente justificar correctamente la necesidad de portar medicamentos que no sean sólidos para no tener problemas en el momento de pasar por los controles del aeropuerto.
Como cabe esperar, las aerolíneas permiten llevar medicamentos en el equipaje de mano, tanto sólidos como líquidos. Tal y como explica AENA en su página web, “se recomienda llevar receta o prescripción médica correspondiente”, a lo que añade: “Deberá llevar justificante médico si tiene que llevar objetos tales como jeringuillas u otros incluidos dentro de alguna de las categorías prohibidas en el equipaje de mano”.
En la actualidad no es posible viajar con un equipaje de mano que contenga recipientes con más de 100 ml de líquido. Por un lado, AENA apunta al respecto que “la normativa en vigor permite viajar desde cualquier aeropuerto de la Unión Europea con medicamentos para uso personal”, y por otro, que “los medicamentos líquidos están exentos de las restricciones que afectan al transporte de líquidos en el equipaje de mano, siempre que su uso sea necesario durante el viaje (vuelo de ida, estancia y vuelo de regreso)”.
Asimismo, para pasar el control de seguridad será necesario presentar la medicación fuera de la típica bolsa transparente donde se almacenan el resto de botes con líquidos. Además, para probar que son medicamentos reales, será necesario mostrar la receta médica o una justificación válida.
En caso de que el viaje se realice a otros territorios de la Unión Europea, no será necesaria ninguna medida adicional a las que acabamos de apuntar, ya que España se rige por la normativa de la UE. No obstante, si surgen dudas cuando vamos a transportar objetos médicos tales como aparatos medidores o jeringuillas, lo más recomendable es ponerse en contacto con la compañía aérea para obtener una información más precisa.
Otros consejos que debemos recordar al transportar medicamentos son los siguientes: llevarlos en su envase original mejor que en pastilleros donde no se especifique qué son y tener a mano las recetas médicas.
Cuando viajamos fuera de la Unión Europea, la situación puede cambiar, ya que no todos los países se rigen por las mismas normas. En algunos puede haber un límite en la cantidad de medicamentos y en otros directamente la prohibición de introducirlos en su territorio. En esos casos, la mejor opción será ponerse en contacto con la aerolínea para saber cómo hay que actuar para no contravenir ninguna norma del estado al que nos dirigimos.