Cambiar el color de ojos, la peligrosa moda que podría dejarte ciego
La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) desaconseja cambiar el color de las ojos por los daños irreversibles que puede causar a la visión
Existen dos técnicas para cambiar el color de los ojos: la queratopigmentación y la iridoplastia láser
Una mujer lamenta el desafortunado tatuaje que se hizo justo antes de la pandemia
Cambiar de color de ojos, de oscuros a claros, o viceversa, ha pasado de ser un sueño para algunos a convertirse en una realidad gracias a diversas técnicas disponibles, un deseo estético que se ha hecho viral en las redes sociales, pero que la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) desaconseja por las consecuencias irreversibles que puede tener para la visión.
Una de las técnicas es la queratopigmentación, la que posiblemente ha utilizado una influencer famosa estos días, y que consiste en introducir un pigmento que tiñe la córnea mediante el llamado láser de femtosegundo -utilizado también en otras cirugías oculares- para conseguir la tonalidad deseada.
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La SEO advierte cómo pacientes sometidos a esta intervención han sufrido descompensaciones corneales que han llevado a la pérdida de su transparencia.
“He visto algún caso de personas jóvenes con una importante descompensación corneal bilateral, provocada por el tatuaje, que precisaban de un trasplante de córnea”, ha indicado a EFE el vicesecretario y oftalmólogo de SEO José Antonio Gegúndez.
Incluso, en el caso de no precisar un trasplante, el director médico de la Clínica EyeCos de Barcelona y miembro de la Asociación Profesional de Oftalmólogos de Española (APOE) Pedro Grimaldos ha advertido de que una posible intervención de cataratas u operación de retina no sería posible porque se necesita que la córnea sea transparente.
"La desaconsejo por motivos científicos. Es una cirugía, no se trabaja en el iris, el iris no cambia de color, se trabaja en la córnea donde se pone delante el colorante... El colorante tapa tu campo visual, no ves por los lados y genera un problema de visibilidad periférica", ha explicado Grimaldos a EFE.
Además, ha advertido de que la intervención puede generar un rechazo ya que se introduce un cuerpo extraño en el organismo y el resultado no es regular ni homogéneo.
"La queratopigmentación es atractiva por su inmediatez", ha lamentado, y ha considerado que en muchas ocasiones no se explican los riesgos y las incompatibilidades futuras para otras cirugías.
Las diferentes técnicas para cambiar el color de los ojos: a favor y en contra
Aparte de los perjuicios para la visión, el resultado es superficial y provoca lo que se le ha denominado como "ojo de muñeca" u "ojo de robot", según Gegúndez, quien recomienda a aquellos que desean lucir otros colores de ojos utilicen lentillas cosméticas ocasionalmente y que esperen a que la ciencia acredite otro tipo de intervenciones más seguras y eficaces.
No está de acuerdo el doctor y catedrático en Oftalmología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Jorge Alió, que ha defendido en un comunicado que la queratopigmentación es una técnica avalada por una investigación científica de más de diez años y que es la "más estudiada y largamente investigada".
La otra técnica que permite cambiar el color de los ojos es la iridoplastia láser, defendida por el doctor Pedro Grimaldos, que promete un "cambio de verdad" del color del iris sin pasar por quirófano, solo mediante la decoloración de este tejido.
Por lo tanto, ya no se trataría de teñir la córnea como en la queratopigmentación sino de trabajar directamente sobre el iris hasta aclararlo, una práctica que no permite elegir el color sino que éste vendría determinado por la genética de cada paciente.
Desde que se ha empezado a aplicar en 2011 cerca de 5.000 personas se han sometido a este procedimiento, ha detallado Grimaldos, que ha garantizado no haber visto "complicaciones crónicas a largo plazo" y que los resultados se han publicado en revistas internacionales y libros.
Por contra, la SEO considera que esta técnica que modifica realmente el color del iris podría provocar una dispersión de pigmento en el interior del ojo que diera lugar a un glaucoma, que puede desembocar en la pérdida de la visión.