La OMS ha alertado de un aumento de escarlatina, una enfermedad propia del siglo XIX y que afecta sobre todo a niños y adolescentes. Es una enfermedad infecto-contagiosa, que cursa con fiebre, dolor de garganta y exantemas.
La escarlatina la causa una bacteria, el estreptococo A. El médico puede establecer el diagnóstico con una prueba muy rápida. El estreptococo A a veces produce una toxina –veneno- que es lo que provoca el sarpullido propio de la escarlatina.
La escarlatina es una enfermedad más propia de niños entre 1 y 12 años de edad. Se contagia por el aire o a través de gotitas de saliva. A veces, aunque con menos frecuencia al tocar objetos o alimentos de una persona infectada.
El periodo de incubación de la escarlatina dura entre tres y cinco días. Después aparecen los primeros síntomas, que inicialmente cursan muy fuerte. Son: Fiebre, Folor de cabeza y garganta y vómitos. Y pasados unos días más surge un exantema de color rojo escarlata, fino, más intenso a nivel de pliegues cutáneos. La lengua aparece roja con papilas prominentes, dándole aspecto de frambuesa.
Por último se produce un periodo de descamación que puede durar varias semanas.
Si la escarlatina se complica por la extensión de la infección pueden aparecer otras enfermedades como otitis media, mastoiditis, adenitis cervical, laringitis o bronconeumonías.
La escarlatina es una enfermedad muy vieja, propia del siglo XIX, cuando morían miles de personas por ella. Hoy a pesar de haber un aumento de casos, la enfermedad está muy controlada y responde bien a los tratamientos.
Al ser una enfermedad causada por una bacteria se trata con antibiótico. Normalmente, penicilina aunque, a veces, se opta por eritromicina, según explican en Cun.es.
El paciente debe tomar también abundante agua, reposo si tiene fiebre y analgésicos y antitérmicos.