El virus de la gripe ha acompañado al ser humano desde tiempo inmemorial, en forma de epidemias anuales y pandemias ocasionales. Se trata de una infección respiratoria con múltiples repercusiones para la sociedad y una importante sobrecarga para el sistema sanitario.
Desde hace semanas, los trabajadores sanitarios están avisando a la población de una segunda ola de gripe. Además, esta gran subida de la incidencia ha provocado denuncias entre enfermeros y médicos ya que denuncian una situación de saturación en las Urgencias de los hospitales de toda España.
La gripe es una enfermedad causada por el virus de la ‘influenza’ y que afecta a las vías respiratorias de forma aguda. La gripe se transmite rápidamente y tiene síntomas diferentes a los de un resfriado común. El periodo de incubación de la gripe es de dos o tres días y la enfermedad dura una media de siete días.
El virus de la gripe se contagia por medio de las gotitas que desprenden las personas infectadas mediante la tos y estornudos. El contagio de la gripe se puede prevenir mediante algunas medidas para reducir el tiempo de exposición al virus. Estas medidas sirven tanto para la gripe como para el resfriado común o cualquier enfermedad de tipo vírica.
A diferencia del resfriado, la gripe es estacional suele ser mucho más severa y puede provocar complicaciones que pueden llevar hasta el ingreso hospitalario, por lo que los grupos más vulnerables se inoculan contra ella cuando llegan los meses más fríos del año.
Sus síntomas son más graves. El más característico es la aparición de fiebre repentina o alta. Además, también presenta tos seca, abundante cogestión y secreción nasal y malestar general intenso, con dolores musculares, de cabeza y garganta. La gripe puede llegar a durar algo más de una semana.
Para el tratamiento de la gripe se administran medicamentos que mejoran el estado general del paciente como son los antitérmicos, para reducir la fiebre y la tos. Además, se aconseja el reposo en cama y la hidratación, más de dos litros al día, o baños tibios. El uso un tratamiento antiviral específico no es muy habitual para el virus de la gripe porque su eficacia es dudosa.
Si no queremos contagiarnos de gripe es esencial evitar el contacto con personas que tengan gripe. Además, hay que seguir las normas básicas de autocuidado que ya aprendimos con la pandemia del covid: lavarse las manos a menudo y en momentos clave, como puede ser antes y después de comer o ir al baño, usar pañuelos desechables, evitar el humo del tabaco, intentar evitar los espacios cerrados y las aglomeraciones y vacunarse si se está en los grupos de población indicados.