Intentar recordar algo y no hacerlo puede llegar a ser muy frustrante, sobre todo, en momentos específicos como un examen o cuando, realmente, necesitamos precisar un dato. Pese a esa incomodidad que se produce, y descartando enfermedades cerebrales, “olvidar es importante” y anotar aquello que pensamos que necesita estar escrito no tiene por qué darnos miedo ni generar problemas en la memoria. De hecho, es aconsejable hacerlo. Eso sí, no se puede apuntar todo por lo que en el día a día conviene estar presente y no hacer varias cosas a la vez.
En una entrevista realizada por The Gazette, el neurólogo Andrew Budson y la neurocientífica Elizabeth Kensinguer, autores del libro ‘Why We Forget and How to Remember Better: The Science Behind Memory’ explican cómo funciona la memoria y ofrecen algunos consejos para tratar de recordar aquello que necesitamos.
“Olvidar es importante” y no hacerlo “sería ineficiente”, asegura Kesinger en la entrevista, subrayando que “la memoria es un proceso activo y laborioso” que requiere “esforzarnos para reconstruir”. En este sentido, niega que haya una “capacidad de recordar sin esfuerzo”: no recordamos “al azar”; sino que “hay razones por las que recordamos”.
La memoria, explica, tiene que pasar por tres fases para acceder al contenido pasado: una primera, “obtener la información en la memoria”; la segunda, “conservar esa información”; y la última, “restaurar continuamente ese contenido en el cerebro”, para la cual es importante el descanso.
“También se teoriza que el sueño nos ayuda a eliminar la proteína beta amiloide durante la noche. Se cree que esta proteína desencadena la demencia de la enfermedad de Alzheimer”, apunta Hudson al respecto, quien también aconseja tener una alimentación saludable.
Si cualquiera de esas fases falla, se produce un problema al recordar. Normalmente, apunta, los errores surgen en la primera fase. Para evitar esto, recomienda cuatro cosas: “focalizar la atención”, “organizar la información”, “comprenderla” y “relacionarla con algo más del cerebro que ya conoce”. Además, considera útiles las reglas mnemotécnicas.
De hecho, a los estudiantes, aconseja: “estudiar en muchos lugares diferentes en muchos momentos diferentes del día” y dormir bien para poder consolidar los recuerdos a los que tendrá que acceder el día del examen.
Budson recomienda: “Comer bien, hacer ejercicio, mantenerse cognitivamente estimulado, mantenerse socialmente activo y dormir”. Además, tranquiliza a quienes tienen miedo a perder memoria por anotar cosas importantes, expresando que él mismo usa calendarios, planificadores, listas y anota sus contraseñas: “No hay nada malo en externalizar su memoria”.
En tareas del día a día, dice, intenta “estar presente y prestar atención” sin hacer varias cosas a la vez.