El síndrome de Barbie y Ken, analizado por una psicóloga: "Es gente con un autoconcepto muy pobre"

  • Elena y David, de 'La isla de las tentaciones', se llaman a sí mismos "Barbie y Ken", por su gran parecido con los muñecos

  • Una psicóloga analiza para Yasss la necesidad de reconocimiento de los demás a través de la perfección física

  • "Denotan poca identidad propia y dependen enteramente del juicio de los demás", ha dicho

"Soy guapo" o "Yo soy más guapa" son dos de las frases que más han pronunciado Elena y David durante, hasta el momento, su corto paso por 'La isla de las tentaciones'. Esta pareja, que promete darnos grandes momentazos, se presentó a sí misma como la "Barbie y Ken" de la vida real, por su gran parecido físico a los míticos muñecos de los años 90, que representan el canon de belleza nórdico: los dos son rubios, de ojos claros, altos y delgados; es decir, perfectos. Igual que los concursantes.

Los dos no se cansan de ensalzar sus atributos físicos para mostrar la seguridad que tienen tanto en sí mismos como en su relación amorosa que, bajo ningún concepto, podría acabarse por la intervención de una tercera persona más guapo o guapa, con el pelo menos rubio, más corto o con el cuerpo menos fit. Pero, ¿es real esta autoestima?¿o es una forma de encubrir carencias a través del aspecto exterior? En Yasss hemos consultado a una psicóloga que ha comparado su mote noventero con los pacientes que se operan la cara según el éxito de los filtros de Snapchat:

"Es gente con un autoconcepto pobre y muy orientado al juicio de los demás. Denotan poca identidad construida y propia y también tiene que ver con el apego. La teoría del apego dice que, cuando no hay unas bases sanas de tus figuras de referencia, luego tienes muy difícil construir tu identidad. No se tiene identidad propia y se busca el reconocimiento fuera", ha explicado.

Por tanto, habría mucho que conocer detrás de la aparente seguridad de los concursantes, acorde con la oda a la belleza (entendiendo belleza como estereotipo de hombre y mujer sin el más mínimo defecto) en la que vivimos inmersos. Sea como fuere, su perfección física no ha sido un vínculo lo suficientemente fuerte como para mantener su relación de pareja. Ken ha encontrado a otra barbie en su propia villa, olvidándose de la anterior (al menos, durante ese momento).