Cada 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer para poner el énfasis en la prevención de la enfermedad y el aumento de la calidad de vida de los pacientes, especialmente en los casos más graves. ¿Cuáles son las diferencias entre cáncer avanzado, cáncer metastásico y metástasis en los huesos?
Entender la información que el médico nos proporciona es clave para saber qué podemos esperar, a qué síntomas debemos estar atentos o cuál es el objetivo del tratamiento recibido.
El término cáncer avanzado se suele usar para describir los casos de cáncer para los cuales no es posible lograr la cura, aunque eso no quiere decir que no pueda mantenerse bajo control durante un periodo muy prolongado, tratándolo como una enfermedad crónica.
El tratamiento muchas veces logra reducir el tamaño del cáncer y evitar que se extienda, desacelera el crecimiento, alivia los síntomas y, por ende, ayuda a vivir más tiempo.
La persona puede ser diagnosticada de cáncer cuando este está ya avanzado, o puede ir avanzando en los años posteriores al diagnóstico.
Un cáncer puede estar localmente avanzado, lo cual quiere decir que ha crecido fuera del órgano en el cual se originó, pero que aún no se ha propagado a partes distantes del cuerpo, explican desde la Sociedad Americana Contra el Cáncer.
Las probabilidades de curarse dependen mucho de a qué órgano afecten. Si el cáncer avanzado afecta al cerebro o el pulmón, la probabilidad de sobrevivir es menor que si se trata de un cáncer de próstata, por ejemplo.
La metástasis es la palabra que más miedo da al hablar de cáncer. Es el proceso por el cual las células tumorales invaden otro órgano distinto del que se ha originado. Las células cancerosas pueden viajar a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático.
Los cánceres metastásicos, aquellos que se han propagado, también pueden ser curables. Algunos tipos de cáncer, como el cáncer testicular, pueden propagarse a otras partes del cuerpo y seguir teniendo altas probabilidades de curarse. Es más complicado cuando se trata de un cáncer metastásico avanzado.
La metástasis en los huesos se produce cuando las células cancerosas llegan a los huesos desde la parte del cuerpo donde se han originado. A menudo afecta a los huesos de la columna vertebral (vértebras), aunque otros sitios comunes son el muslo (fémur), la cadera (pelvis), las costillas, el pecho (esternón), la parte superior del brazo (húmero) y el cráneo.
Cuando el cáncer se propaga a un hueso, puede causar dolor o hacerlo más propenso a romperse.