Clara Chía ha tenido que acudir a un hospital después de sufrir un ataque de ansiedad. Es muy importante saber cómo actuar ante un ataque de ansiedad ya sea nuestro o de alguien de nuestro entorno, y para ello los expertos dan una serie de recomendaciones a seguir en estos casos.
Hay algunas frases que por desconocimiento pueden decirse mientras una persona está sufriendo un ataque de ansiedad, pero que en realidad no solo no ayudan sino que pueden empeorar la situación. Algunas de estas frases, recogidos por expertos, son:
Si no sabes qué decir, lo mejor que puedes hacer es simplemente acompañar y ofrecer tu ayuda sin juzgar a la persona que está sufriendo el ataque. A veces simplemente basta con dejar claro a la otra persona que estás para lo que necesite.
También es importante hacer caso a las peticiones de la persona que está sufriendo. Muchas personas que padecen un ataque de ansiedad necesitan que no invadamos su espacio personal, por ejemplo, y si es así debes cumplirlo.
Cuando el ataque pase, puedes hablar sobre la posibilidad de pedir ayuda y ofrecerle la tuya, siempre teniendo en cuenta sus necesidades, pero evitando reforzar conductas negativas.
"Cuando una persona respira de forma rápida y profunda porque está muy ansiosa es importante modificar esa pauta respiratoria. Para ello es recomendable realizar una respiración más lenta", expone Noelia Morán, secretaria de la Sociedad Española para el avance de la Psicología Clínica y de la Salud. Los trucos más conocidos (y socorridos) son utilizar "una bolsa o el hueco de las manos con el fin de estabilizar la respiración y, por ende, la ansiedad", asegura la experta, que añade que "es necesario, además, ayudarle a desacelerar la respiración respirando con él o ella".
"Podemos acercarnos a la persona y, hablándole con un tono de voz tranquilo utilizando frases cortas y simples, será necesario explicarle que está teniendo un ataque de pánico", según la secretaria de la SEPCyS. Así, por ejemplo, se le podría decir: "Tienes una crisis de ansiedad, es muy molesta, pero se pasará dentro de poco. Empieza a respirar más despacio, es importante", ejemplifica Morán.
Por último, también "se puede ayudar a la persona a concentrarse pidiéndole que repita una tarea simple, como contar hasta diez, o que se focalice en cualquier elemento que le distraiga de los síntomas, como que describa parte del mobiliario que está a su alrededor", concluye la experta.