No es ningún secreto que vivimos mucho más estresados de lo que deberíamos y que dedicamos una porción muy pequeña (a veces incluso inexistente) de nuestro tiempo al autocuidado. Al contrario, en demasiadas ocasiones terminamos cambiando sofá y tele por unos minutos de meditación, de ejercicio o de lectura. El resultado es claro: entramos en un círculo vicioso que nos impide poner el foco en lo verdaderamente importante: mantener nuestra salud a punto, descansar cuando es necesario y repartir nuestro tiempo de forma saludable, ganando al mismo tiempo en tranquilidad. Precisamente introducir el estiramiento en tu rutina diaria puede marcar la diferencia, y mucho: te ayudará a combatir el estrés, a reducir dolores musculares, a mejorar tu postura… Toma nota de qué partes del cuerpo deberías estirar a diario.
Estirar, ya sea a través de la práctica de yoga, de pilates, o de cualquier otra técnica válida para ti, supone grandes beneficios para tu salud. Entre otras cosas, lograrás reducir la tensión que acumulan tus músculos, relajándolos y ayudando a que tu cuerpo reciba oxígeno y nutrientes. También podrás aliviar dolores y mejorar tu postura corporal, especialmente al estirar los músculos de tus hombros, pecho y espalda. Otro beneficio conocido es una mejora de la circulación y, por supuesto, una reducción importante del estrés.
Y es que al estirar liberamos tensión y nos sentimos más relajados. Lo mejor es que estos beneficios se notan de inmediato y que, afortunadamente, estirar engancha: tan solo necesitamos encontrar el mejor momento para ello y reservar unos minutos cada día a esta importante tarea.
Por otro lado, es importante que estires de forma adecuada: los expertos recomiendan no estirar en frío, ya que ello puede provocar lesiones. Calienta previamente con un poco de entrenamiento. Una vez comiences, mantén la tensión durante al menos 30 segundos y respira profundamente mientras lo haces. también debes tratar de realizar movimientos suaves y devolver el músculo a su postura habitual evitando la brusquedad: añadir movimiento es siempre la mejor opción, dando fluidez a tu cuerpo.
En cuanto a qué músculos estirar, se recomienda poner en movimiento los principales grupos musculares, tal y como explican desde Scripps: esto implica centrarte en las caderas, los isquiotibiales, los cuádriceps, las pantorrillas, el cuello, los hombros y la parte inferior de la espalda como zonas más importantes en las que debes poner el foco durante tus estiramientos. Si, además, alguna parte concreta de tu cuerpo se encuentra contratada o sientes dolor en ella, céntrate en estos puntos y, si es necesario, busca ejercicios específicos o rutinas dedicadas a ese área.
El último consejo es relajarte: intenta disfrutar del proceso, profundizar en cada movimiento y utilizar tu respiración a tu favor. Ve poco a poco y ten en cuenta que irás ganando flexibilidad con el tiempo: pasarte e intentar llegar demasiado lejos puede provocar lesiones, por lo que deberás acostumbrarte a controlar el movimiento y su intensidad en todo momento. Ante la duda, y si es la primera vez que lo haces, lo mejor es acudir a un profesional y ponerte en sus manos para aprender las técnicas necesarias.