Los quistes epidermoides son bultos que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más típicos en la cara, el cuello o la espalda. Generalmente no son motivo de alarma, pero tampoco está de más consultar a un médico, sobre todo si causan molestias. ¿Qué son estas protuberancias y cuándo debemos tratarlos?
Los bultos en la piel pueden aparecer de manera frecuente en las personas propensas a ello. Muchas veces incluso pasan desapercibidos, mientras que otras hay cierta sintomatología como el dolor o el picor. Depende mucho de a qué parte del cuerpo afecten y qué los esté causando.
Estos quistes, que son diferentes a los sebáceos, aparecen cuando las células muertas de la epidermis no se desprenden de manera correcta y, en lugar de ello, se acumulan. Por el contrario, los sebáceos surgen de las glándulas que segregan materia grasa en la piel.
Por tanto en los quistes epidermoides la piel básicamente se dobla sobre sí misma, puesto que se forma piel nueva sobre la piel muerta en vez de caerse la segunda.
A veces la piel se enrojece o está más sensible cuando aparecen estos bultos. Otras veces no nos damos siquiera cuenta de que están ahí hasta que los vemos o los tocamos, puesto que no duelen o son muy pequeños, y del mismo color que la piel.
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más habituales en la cara, tronco y en el cuello.
Cuando hay ruptura o provoca dolor ya sea por traumatismo o porque se infecta.
Si se asienta en una zona y la irrita.
Por motivos estéticos.
Si aparece en sitios inusuales como los dedos o cerca del ojo.
Cuando está acompañado de fiebre.
Cuándo consultar a un médico con quistes epidermoidesGetty Images
Causas de bultos en la piel diferentes a los quistes epidermoides
Hay varios tipos de bultos que pueden aparecer en la piel, y a veces son la manifestación de algo más, que requiere atención médica. Veamos algunos casos.
Los forúnculos son infecciones en la raíz del pelo que dan origen a un bulto similar a una espinilla o más grande que contiene pus. En estos casos la persona tiende a sentir dolor o calor en la zona, pero suele desaparecer pasados unos días. Si no lo hace, es importante ver a un dermatólogo.
Los lipomas suelen ser responsables de la aparición de bultos sobre todo en la espalda. Son tumores compuestos de células grasas que aparecen bajo la piel y se caracterizan por ser blandos. Son pequeños y no suelen causar dolor, pero si aparecen cerca de un nervio puede que sí lo hagan. Si crecen demasiado, pueden requerir de una sencilla cirugía con anestesia local para retirarlos.
Otra causa de la aparición de bultos pueden se los angiomas, que son agrupaciones de pequeños vasos sanguíneos, por lo que se caracterizan por ser rojizos. Suelen desaparecer por sí solos.
Los quistes sebáceos, como decimos, surgen de las glándulas sebáceas, en la piel o en el pelo. Son masas de sebo movibles y no deben preocuparnos, pero si crecen mucho o duelen ve al médico.