Con la llegada de la Navidad llegan las reuniones familiares, las cenas de empresa, las reuniones con amigos... Todo un carrusel de eventos en los que las comidas copiosas, el alcohol y los excesos suelen estar presentes. Por eso es importante tener en cuenta cuáles son los riesgos más frecuentes asociados a este tipo de eventos y, sobre todo, intentar ser comedidos en nuestro consumo. También tener especial cuidado con alimentos que puedan provocar intoxicaciones o alergias, ya que el resultado puede terminar arruinando un momento especial. Toma nota de cuáles son las enfermedades más comunes tras las cenas y comidas de Navidad.
Enfermedades más comunes tras las cenas y comidas de Navidad
Estas son las enfermedades más comunes asociadas a las comidas y cenas navideñas. Toma nota y evítalas:
Indigestión. La simple indigestión es muy frecuente durante estas fechas y se asocia con la cantidad de comida que ingerimos durante los eventos navideños. Las cenas se alargan, la cantidad de alimentos servidos es excesiva y terminamos comiendo mucho más de la cuenta. No pasa nada por pasarse un poco, pero conviene tener cierta mesura para evitar una indigestión. Para prevenirla, evita comer demasiado rápido y reduce el consumo de alimentos grasos o picantes. En general, escucha a tu cuerpo y controla la ingesta de alcohol: puede llevarte a ser más laxo en tus decisiones.
Intoxicación alimentaria. Más grave es la intoxicación alimentaria, que puede producirse cuando consumimos alimentos en mal estado, poco cocinados y/o contaminados. Ten especial cuidado con el marisco (las ostras nos han dado más de un susto y son muy típicas durante estas fiestas). Pescados y carnes también pueden contener bacterias peligrosas: asegúrate de que hayan pasado por los procesos necesarios (por ejemplo, el congelado para evitar anisakis) y que se encuentren dentro de la fecha apta para el consumo. Estos son los pescados que más frecuentemente contienen anisakis. Las intoxicaciones pueden ser leves y provocar una simple diarrea o vómitos. En los casos más graves, deberás acudir a un profesional.
Reacciones alérgicas. A veces la Navidad se convierte en un momento en el que probamos cosas nuevas, o puede que nos volvamos más laxos a la hora de catar los platos preparados por familiares y amigos que pueden no ser conscientes de nuestras alergias. Tenlo muy en cuenta porque este tipo de reacciones, en algunos casos, pueden ser muy desagradables. Por ejemplo, las alergias al marisco suelen resultar graves. Los frutos secos también están muy presentes en los dulces navideños y los procesos alérgicos asociados a este tipo de alimento suelen resultar especialmente peligrosos.
Intoxicación por alcohol. Durante la Navidad bebemos más alcohol que nunca y ello aumenta el riesgo de que suframos una intoxicación de este tipo. Son muchos los eventos que se encadenan y no es raro que las celebraciones se prolonguen hasta la madrugada, pasando de la cerveza al vino y del vino a las copas. Mucho cuidado también con el coche: utiliza transportes alternativos cuando hayas consumido alcohol. Intenta mantenerte hidratado si vas a beber, y 'estira' el tiempo que empleas en consumir cada bebida. Evita también mezclar diferentes tipos de alcohol.