El ayuno intermitente ha sido uno de los términos más repetidos a lo largo de todo el año. Como si se tratase de una fórmula mágica, el concepto se ha ido haciendo hueco en nuestras conversaciones y en nuestras intenciones para lograr una vida mejor. Sin embargo, los expertos alertan contra la intención de convertirlo en una fórmula milagrosa. Se trata, nos dicen, de un concepto impregnado de sentido común y de escucha del propio cuerpo, de sus manifestaciones y síntomas.
La combinación más empleada por quienes han abrazado el ayuno intermitente es la conocida como 8/16. Ocho horas para la ingesta de alimentos, en el ritmo lógico que cada cuerpo necesite, y dieciséis horas de ayuno, durante las cuales nuestros órganos se dedicaran a otras muchas funciones y no sólo a la ardua tarea de digerir. La digestión es básicamente un proceso de oxidación. Tan necesaria y provechosa resulta para nuestro organismo como dañina para las células. Ese es el efecto que pretende el ayuno intermitente: dar tiempo al cuerpo para que se regenere, para que actúe sin concentrarse exclusivamente en la digestión.
Un concepto tan saludable como éste es claramente contradictorio con las fechas que vivimos. Y, de forma más extensa, entra en contradicción con nuestras costumbres. Pese a que la dieta mediterránea es la más reconocida por sus efectos saludables en el organismo humano, no lo son nuestros hábitos sociales. Cenas tardías, celebraciones opíparas, comilonas para celebrar cualquier ocasión. Vivir en España se asocia a menudo con este comportamiento, que ofrece felicidad transitoria, a la espera del empacho, la subida de peso y, por encima de todo, las tóxicas consecuencias a largo plazo sobre nuestra salud.
Posiblemente sean las navidades las fechas más amenazadas por nuestros malos hábitos alimenticios. Por eso, al terminar 2022 y comenzar 2023, nos planteamos en este nuevo capítulo de A ver si me he enterado, conducido en NIUS por Miguel Ángel Oliver, cuáles son nuestras verdaderas posibilidades de emprender el camino hacia una vida equilibrada y sana. Esta vez lo hacemos en compañía de la periodista de NIUS Elisa Albacete y de la doctora Daniela Stefania Trifu, médico especialista en Endocrinología y Nutrición, actualmente en activo en el Hospital Comarcal de Melilla. Con ellas nos plantearemos si el ayuno y la navidad componen realmente un binomio imposible.