La Comisión Europea ha reconocido que el aumento de casos de COVID-19 en China es "alarmante" y "quizás más pronto que tarde" sea necesario introducir nuevas medidas de control, aunque por ahora ha instado a los Estados miembro a incrementar las pautas de vigilancia, por ejemplo secuenciando muestras para detectar nuevas variantes o analizando las aguas residuales, especialmente las de los aeropuertos. Lo ha hecho en una carta remitida a los Gobiernos europeos. La exigencia de PCRs a los viajeros chinos no es una medida a nivel europeo, pero Bruselas ha elevado su nivel de alerta en las ultimas horas.
Así lo ha planteado la comisaria de Salud europea, Stella Kyriakides, en una carta remitida a los ministros de Sanidad de los Veintisiete y en la que insiste en que Bruselas vigila "de cerca" la evolución de los acontecimientos, algo que ya quedó de manifiesto el jueves con una convocatoria extraordinaria del Comité de Seguridad Sanitaria.
No en vano, admite que los datos procedentes de China son "bastante escasos" y el nivel de vacunación en este país es "bajo", aspectos ambos que ya han llevado a varios países a adoptar medidas por su cuenta. Dentro de la UE, España se ha sumado este viernes a Italia, que ya dio un primer paso el miércoles.
La comisaria asume que es necesario estar "preparados", aunque por ahora no hay ninguna medida común. De la reunión del jueves, sin embargo, sí habría salido un "amplio consenso" de que los Estados miembros deben actuar de manera coordinada para que las medidas que puedan adoptarse sean eficaces, reza la misiva a la que ha tenido acceso Europa Press.
Como iniciativas "inmediatas", Kyriakides plantea secuenciar muestras para poder detectar nuevas variantes --las autoridades italianas, pioneras en la adopción de medidas, no las han detectado por ahora--. Si apareciese una variante desconocida, sería necesario "reaccionar rápido", añade.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha reiterado este viernes que las variantes presentes actualmente en China "ya están circulando en la UE", por lo que en principio la aparición de más casos no pondría en peligro la "respuesta inmune" que ya tienen los ciudadanos europeos.
La Comisión Europea aboga por iniciar o mantener los análisis de las aguas residenciales, especialmente en aeropuertos "clave", mientras que "en los próximos días" está previsto que se actualicen las recomendaciones de viaje para China, especialmente de cara a que el 8 de enero se elimine la obligatoriedad de las cuarentenas en el gigante asiático.
El ECDC coincide en que, en las próximas semanas, habrá una mayor presión en el sistema sanitario de China, "debido a la baja inmunidad de la población y a la relajación de las intervenciones no farmacológicas".