Lisa Gooddy, de 51 años y residente en Reino Unido, acudió al médico por un fuerte dolor de garganta y terminó descubriendo que tenía cáncer. La mujer creció con dolores crónicos en la garganta y en 2019 detectó una mancha blanca en su amígdala, lo que llevó a pensar que se trataba de cálculos y no fue remitida. Sin embargo, tiempo después su voz comenzó a perder fuerza y fue entonces cuando le detectaron cáncer de amígdala en etapa 2.
Para Lisa sentir dolor en la garganta era algo normal, pero en una primera instancia, la mujer pensó en que el diagnóstico se trataría de un catarro. “Había una mancha blanca en mi amígdala y he tenido cálculos en las amígdalas en el pasado, pero, desafortunadamente, no me remitieron en ese momento, ya que pensaron que eran cálculos en las amígdalas”, dijo Gooddy en conversación con Kennedy News, según consigna el New York Post.
Después de un año, Lisa se dio cuenta de que su voz había perdido fuerza y acudió a la consulta de un especialista para que le atendiera, ya que asegura que no podía tener un ritmo de vida corriente. “Teníamos reuniones y en realidad no podía ir a algunas de ellas algún día. Me sentí absolutamente agotada y pensé: ‘No puedo hablar con nadie’”, recordó.
El especialista le detectó cáncer tras determinar el primer indicio de la enfermedad, que fueron los ganglios linfáticos agrandados. “Dije, ‘¿Es cáncer?’ y él dijo ‘sí’”, dijo la mujer durante su visita al médico. “Así que lo supe de inmediato”. Por su parte, Lisa asegura que, aunque una noticia como tal resulta desagradable y aterradora para cualquiera, ella se muestra optimista ya que el diagnóstico no fue del todo una sorpresa. “Me gustaría decir que soy una persona bastante optimista, aunque nadie quiere escuchar esas palabras. Pero creo que tuve problemas durante tanto tiempo, que no fue una sorpresa porque sabía que algo andaba mal”, asegura Lisa.
Para tratar el cáncer, la mujer tuvo que someterse a quimioterapias y radioterapia, lo que acabó provocándole una inflamación en la piel de su cuello. Otra de las consecuencias del tratamiento, fue que sus glándulas salivales se destruyeron por completo, provocándole sequedad en la boca y problemas para hablar y comer. “Uno de los efectos secundarios conocidos, realmente horribles del tratamiento, es que no tienes glándulas salivales y tienes la boca seca constantemente. Tener la boca seca todo el tiempo es realmente horrible. Afecta el habla, capacidad para comer, hablar. No puedo lamer un sobre”, lamentó.
Gooddy inició su tratamiento en febrero de 2021 y en junio de 2022, logró la remisión de su enfermedad. Desde entonces, Lisa trata de dar visibilidad y crear conciencia sobre la salud de la boca, lengua y garganta. “Revise su boca: es un cáncer que la gente no parece conocer, y toma dos minutos revisar su boca, garganta y cuello para ver si hay cambios”, advirtió. “Y si hay áreas adoloridas o que se ven diferentes, ve a ver a tu médico de cabecera y dentista, y si no creen que sea nada, pero aún no estás contento, pide una referencia, no te desanimes”.