Un estudio encargado a la Fundación Avedis Donabedian, ha concluido el impacto del covid en el cáncer y los resultados no son alentadores. Sanidad prevé un aumento de casos en estado avanzado de ese tumor y de los de mama y colon en los próximos años. Las pruebas y diagnósticos realizados, especialmente en pulmón donde ha llegado al 23,6% y 15,6% respectivamente, han logrado cuantificar el impacto de la pandemia en la salud más próxima al cáncer.
El informe "Estudio de Impacto de la Pandemia por Covid-19 sobre la Prevención y el Control del Cáncer en el Sistema Nacional de Salud" que el Ministerio presentará a las autonomías en su próximo Consejo Interterritorial ordinario que se celebrará el próximo lunes en Mérida, concluye esta información a cargo de la Fundación Avedis Donabedian.
El estudio viene precedido por un acuerdo que este mismo órgano tomó en febrero de 2021 para medir las consecuencias que iba a traer el covid con respecto al cáncer, y ahora ya es posible cuantificar los valores adquiridos gracias a las pruebas y diagnósticos realizados. Una de las cifras que recoge el estudio, es el número de pacientes a los que se realizó algún procedimiento relacionado con la patología oncológica, que bajó más del 13%, o que la práctica de broncoscopias o citologías cayeron un 25%.
El principal foco del estudio se basa en cuatro tipos de cáncer: pulmón, mama, colon y hematológicos, cada uno de ellos seleccionado en cuanto a criterios de incidencia, prevalencia y gravedad. El informe asocia un mayor impacto de la pandemia en el cáncer de pulmón, tanto por la caída del número de pruebas como de diagnósticos. De este cáncer se hicieron 13.101 exploraciones menos (-23,6 %) respecto a 2019; sobre la positividad de las pruebas -que da una idea del número de diagnósticos, aunque no todas tienen esta finalidad-, las broncoscopias positivas disminuyeron en 2.113 casos (15,4 %).
La siguiente sería el cáncer de colon (15,16%) y después el de mama (10,64%). En cuanto a los casos positivos, sucede al contrario; el de mama es el segundo con un 9,74% y el de colon con 5,51% el tercero.
Con estos relevantes resultados, la previsión de los expertos es que "En los próximos años se producirá un aumento de los diagnósticos en estadios más avanzados".
También se vieron afectados los programas de cribado de mama y colorrectal debido a una bajada "significativa" de su cobertura, aunque se logró suavizar después. El que más sufrió esta bajada fue el colorrectal, que en 2019 superaba el 70% en cobertura y después sufrió descensos importantes en todas las comunidades. En Navarra especialmente bajó mas de un 70%, donde también se notó en mayor medida la disminución de la cobertura del cribado de mama (46,6%), aunque en algunas comunidades lograron mantenerla por encima del 80%.
Los pacientes dados de alta con diagnóstico principal oncológico, que fueron un 12% menos, son los mejores indicadores para medir el impacto. Otra vía donde se notan los efectos de la pandemia son en las sesiones de quimio y radioterapia.
En los 3 meses más duros de la covid, las sesiones de quimio bajaron casi el 10 %, salvo Andalucía y Extremadura que lograron un incremento de la actividad, y aunque el ritmo se suavizó a lo largo del año, no se recuperaron los niveles de actividad previos. La reducción fue así del 4,2 %, equivalente a 53.588 sesiones menos en toda España. La radioterapia cayó después de los primeros meses y cerró el año con un 9,4% menos (71.684 sesiones abajo) y las biopsias se dejaron de practicar, en un total de casi 608.000.
El confinamiento hizo menos posible las visitas a oncología médica y estas bajaron un 12%, al igual que ocurrió en el caso de las pediátricas. Por el contrario, la pandemia no parece haber tenido efecto en las tasas de vacunación de los pacientes oncológicos frente la Hepatitis B (VHB) y el virus del Virus del Papiloma Humano (VPH), que incluso aumentó ligeramente, ni en lo que se refiere a la primovacunación ni en las dosis de refuerzo.
Los centros pusieron en práctica un abanico de medidas, como consultas telefónicas con psicología y psiquiatría, la puesta a disposición de un teléfono de asistencia psicológica, la elaboración de vídeos de autoayuda o un webinario, para prevenir y abordar la aparición de sintomatología ansiosa y depresiva en los pacientes con cáncer. También se mantuvo el acceso a cuidados paliativos, e incluso la mitad de los hospitales desarrollaron nuevas iniciativas o adaptaron las existentes para garantizar el acceso.