¿Afecta lo que comemos a nuestro cerebro? ¿Y cómo respiramos? ¿Es uno de nuestros centros vitales el estómago? ¿Los niños que comen más bollería industrial tienen menos capacidad de socializar y gestionar sus emociones? La respuesta es sí. Por eso, la salud están en nuestro plato, en el ambiente, en los genes y en nuestros hábitos.
Nazareth Castellanos es licenciada en Física Teórica y doctora en Neurociencia por la Universidad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Investigadora y divulgadora científica acaba de publicar 'Neurociencia del cuerpo' (Editorial Kairos), un viaje a través del cuerpo para descubrir la importancia de nuestras neuronas. Un viaje en el que se descubre cómo la postura corporal y los gestos faciales, la microbiótoca intestinal y el estómago intervienen en nuestra memoria, nuestro estado de ánimo o las emociones que sentimos. Si, porque todo conecta y afecta a nuestro cerebro. La dieta, uno de los puntos vitales, al igual que nuestras respiración - las personas con tiempos de espiración más cortos experimentan más niveles de ansiedad- y el deporte que hacemos, que también tiene sus horas propicias. Y es el mejor antídoto contra la ansiedad y la depresión.
Que el cuerpo es una máquina y que el corazón y el cerebro están conectados se defiende hoy con vehemencia, pero no siempre fue así. El libro de Nazareth Castellanos también profundiza por las investigaciones y en análisis de nuestro cuerpo a lo largo de la historia y ofrece datos tan jugosos que confirman cómo el ser humano es una maquina precisa, y que es el tiempo y nuestros hábitos se encargar de ir deteriorando.
En este sentido valgan algunas perlas que en libro son decenas para comprobarlo, que seguro que dejan al lector con la boca abierta. Por ejemplo, cómo una postura encogida y arrugada provoca que recordemos menos de lo que hemos leído, ya que esta influye en la percepción y el disfrute. O que el corazón es realmente nuestra puerta a la percepción de lo que nos rodea (cuando el corazón late movemos más los ojos, en busca de información relevante). Es el latido cardíaco también el que marca el ritmo de lo que percibimos, por ejemplo. Incluso los golpes nos duelen más si el corazón acaba de latir. Y ya lo habremos notado, la frecuencia cardíaca es menor cuando nos divertidos que cuando tenemos miedo.
De la mano del viaje que propone Nazareth Castellanos descubrimos que la parte de nuestro cuerpo con mayor representación neuronal son las manos, después la boca y luego, la nariz. Si nos hubiera diseñado el cerebro nos pareceríamos a un Mick Jagger con mastodónticas manos. No es broma. Hay más realidades que pueden resultar sorprendentes para los profanos en la materia. Cuando inspiramos por la nariz y no por la boca tenemos más capacidad de memoria. Y lo hacemos 500 millones de veces al día. Nada menos.
Otra realidad, no te engañes. El cuerpo no siempre pide lo que es mejor para él sino lo que perpetúa su estado. Por eso cuando estamos estresados vamos como locos a por golosinas, bollería, bebidas o chocolatinas. Y por eso sería bueno conocerlo mejor. Tener cultura de nuestro cuerpo.
¿Nuestro estado de ánimo? Lo regula el intestino. ¿Los sentidos? No son solo los cinco que aprendemos de niños sino que hay otros dos que deberán aprender las nuevas generaciones: la interocepción y el de la propiocepcion. Conocer nuestros sentimientos es la asignatura pendiente. Si tenemos en cuenta que cada cerebro tiene doce veces más neuronas que habitantes hay en la Tierra, el trabajo de Nazareth no es baladí. Hablamos con ella para que nos desentrañe más claves de las relaciones que desconocemos y que son claves en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
La alimentación, la respiración, el ritmo cardíaco, el estrés. Como indica en su libro todo influye en el funcionamiento de nuestro cerebro. Qué hacemos mal en nuestro día a día que afecta a su funcionamiento y qué cosas podríamos hacer para sacar el máximo rendimiento a nuestro cerebro.
La principal cosa que creo que debería mejorar es la observación a uno mismo. Si no damos cuenta del impacto que tiene la dieta, por ejemplo, en nuestro estado anímico, de nada valen los estudios científicos. A partir de la observación nosotros mismos podríamos enumerar aquellas cosas que podríamos hacer para sacar el máximo rendimiento cerebral.
Como experta en la materia: cómo cuida usted su cerebro y le saca el máximo rendimiento
Hace doce años que estudio en la universidad la neurociencia de la meditación, cómo aprender a observarse puede cuidar nuestro cerebro. Es un hábito diario que me ha ayudado mucho.
Qué hábitos deberíamos tener para que el cerebro sea más joven y eficaz
Según los estudios, el estilo de vida impacta en la salud física y mental de forma integral. Pero entre ellos, el que más evidencia acumula es el ejercicio físico. Varios laboratorios han mostrado que practicar ejercicio más de 2 horas a la semana reduce hasta en un 25% la probabilidad de sufrir ansiedad. Es el gran protector neuronal.
Qué alimentos son buenos para nuestro cerebro, corazón e intestino
Los estudios apoyan significativamente la dieta mediterránea. Frutas, verduras, más pescado que carne. Y rechazan la bollería industrial, especialmente en la infancia.
Cómo influyen los alimentos en nuestro estado de ánimo: qué tomar para frenar la ansiedad, aminorar el estado de depresión, ser más activos sexualmente o evitar la tristeza y el desánimo
La universidad de Melbourne creó un nuevo campo médico, la psiquiatría nutricional, dada la amplia la evidencia que muestra la relación entre dieta y bienestar. Por ejemplo, los niños que diariamente toman bollería industrial tienen más problemas para socializar y gestionar sus emociones. Antes de elegir el tipo de desayuno que tomamos, deberíamos preguntarnos cómo queremos estar.
Sorprende la importancia de la respiración en nuestra memoria y percepciones. Cuáles son las claves para respirar bien y qué pueden hacer las personas que respiran por la boca
La universidad de Milán y Nueva York mostraron por primera vez que la respiración impacta en las estructuras cerebrales implicadas en la atención, memoria y emociones. Al respirar por la nariz activamos dichos centros, si lo hacemos por la boca no hay tanta respuesta neuronal.
Deberían enseñar desde pequeños cómo hay que sentarse en una silla. Cómo debemos hacerlo y qué impacto tiene hacerlo mal
¡Absolutamente! Nosotros los adultos lo podemos aprender, pero ellos lo van a incorporar. Ser conscientes de su postura, y corregirla es también cuidar el aprendizaje. El sistema educativo debería tener más en cuenta el cuerpo en el que vivimos.
Qué asignaturas relacionadas con la neurociencia y el conocimiento del cuerpo se deberían dar en las escuelas
Me encantaría que hubiera más clases corporales, más baile, ejercicio, consciencia corporal y técnicas de respiración. Según los estudios científicos podemos decir que el cuerpo es una aliado que guiado a nuestro favor nos ayuda. Sin embargo, un cuerpo dejado a la deriva es un obstáculo para nosotros mismos.
Cómo mejorar nuestra percepción de las cosas y nuestra empatía
En la percepción está muy involucrado el corazón. Es un tema fascinante que nos devuelve a la guerra cerebro o corazón. Según la neurociencia son ambos.
Por qué aumentan ahora en un mundo con más sanidad y mejor alimentación los casos de enfermedades que tienen que ver con el cerebro, como los ictus o el Alzheimer o la demencia
Curiosamente, el último informe de EEUU muestra que los casos de demencia se han reducido un 30% y lo atribuyen a las mejoras en el estilo de vida. Hoy en día hay más acceso a la educación que hace 50 o 100 años, por ejemplo. Esto se llama reserva cognitiva, y nos protege.
Se ha demostrado que ajustar constantemente nuestra posición para mirar hacia abajo a nuestro teléfono o hacia arriba en la pantalla de nuestra oficina tensa partes de nuestro cuerpo. Qué efectos tiene y cómo evitarlo
Mirar hacia abajo supone encorvar el cuerpo, lo que es interpretado por el cerebro como un signo de malestar. Según un estudio esto reduce la capacidad de memoria y favorece el sesgo hacía lo negativo.
Cómo debemos actuar para tener bajo control la ansiedad
Creo que la salud mental debe apoyarse en un paradigma integral, es decir, cuidar varios aspectos de nuestra vida. Para la ansiedad hay evidencias de los beneficios del ejercicio físico, la meditación, una dieta saludable, y respetar los tiempos de descanso y desconexión.
Cuáles son los misterios del cerebro que nos quedan por responder y también lo que ya sabemos que nos sirve en nuestro día a día y la gente desconoce.
Queda muchísimo. Ahora mismo estamos en un momento fascinante porque se acaba de descubrir científicamente la influencia del organismo sobre el cerebro. Queda consolidar estos avances, ver de qué forma el propio cuerpo puede proteger al cerebro. Se abre la medicina del estilo de vida.