Complejo y delicado traslado de una bebé con bronquiolitis en Madrid. La pequeña necesitaba ser atendida en otro hospital debido a su estado de salud y, para que fuera lo más seguro posible, viajó en una incubadora de última generación y acompañada en todo momento por el equipo médico, así como por la Policía Local, que en estos casos va cortando el tráfico a su paso.
El traslado de Lucía, una recién nacida de 54 días, arrancó a las 10:00 horas de la mañana, cuando se recibe el aviso. La paciente, según los sanitarios que la acompañaron, tenía "bronquiolitis" y su cuadro "había empeorado". Había aumentado "la fatiga, la disnea", y precisaba un centro médico más específico, el Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Un equipo de ocho neonatólogos de urgencia del SUMMA están preparados 24 horas para este tipo de actuaciones, al igual que la Policía Local. Los agentes llegaron minutos después de los sanitarios y escoltaron a la ambulancia. "Lo más importante es que haya la menor repercusión posible en la incubadora", explica uno de los efectivos.
El traslado se hizo a una velocidad constante de 40 km/h sin tirones y sin frenar. Todos los accesos a la M-40 y a las calles por donde pasaba la ambulancia estaban cortadas. Vía libre para que llegara Lucía en perfectas condiciones al Hospital General Universitario Gregorio Marañón. La pequeña, una hora después, llegó "estupenda". Allí se recuperará de su bronquiolitis, mientras el equipo del SUMMA que la atendió se prepara para un nuevo traslado, para que todo funcione a la perfección con sus pequeños y frágiles pacientes.