El VRS (Virus Respiratorio Sincitial) suele causar pánico en muchos padres. Y es que esta enfermedad, provocada por un virus, causa una infección de las vías respiratorias, que afecta sobre todo a niños muy pequeños y bebés, incluso a recién nacidos. El 90% de los niños la sufren en sus dos primeros años de vida, según datos de Sanofi. Cuando se complica puede derivar en bronquiolitis y neumonías que precisan ingreso hospitalario. No hay tratamiento para el VRS, ni vacuna. Así, que la mejor arma es la prevención. Estos días las urgencias pediátricas de muchos hospitales están colapsadas por la ola de este virus.
El VRS se transmite por vía aérea o por contacto de una superficie infectada, como sucede con el covid y por eso las medidas de prevención son las mismas: distancia social, mascarillas en espacios cerrados e higiene de manos.
El VRS lo provoca un patógeno que infecta el tracto respiratorio. Se da sobre todo en niños menores de dos años, aunque los médicos están detectando en la actual ola que afecta a España casos en pacientes de tres y cuatro años. Esta infección puede causar bronquiolitis, que es la inflamación de las vías respiratorias pequeñas del pulmón, y neumonía, que es una infección de los pulmones, en los casos más graves de la enfermedad.
Sin embargo, esta infección suele cursas de forma leve, como un catarro. En esta caso, los síntomas son:
La infección tiene un período medio de incubación de 8 a 10 días. Suele darse en niños de hasta dos años, aunque últimamente se están viendo casos en niños de hasta cuatro años. El 90 por ciento de los niños sufre, al menos, una infección por el VRS en los dos primeros años de vida, y la mitad de ellos dos infecciones, además, es la principal causa de hospitalización en menores de un año, según datos de la compañía Sanofi.
Este virus está detrás del 80 por ciento de las bronquiolitis y de la mayoría de las neumonías en bebés menores de un año, y se estima que uno de cada 56 lactantes con infección por VRS ingresará en su primer año de vida.
El VRS puede acarrear consecuencias para la salud a largo plazo, sobre todo cuando se contagian bebés muy pequeños, que pueden tener peor función pulmonar cuando crecen y sufrir afecciones parecidas al asma.
No existe un medicamento para tratar el VRS -salvo complicaciones respiratorias severas que implican oxigenoterapia-, ni tampoco una vacuna. Además, la infección no inmuniza por completo respecto a sucesivos contagios. Y, a largo plazo, puede acarrear consecuencias para la salud, sobre todo cuando se contagian bebés muy pequeños, que pueden tener peor función pulmonar cuando crecen y sufrir afecciones parecidas al asma.
La ola de bronquiolitis que estos días colapsa las urgencias pediátricas de los hospitales en muchas comunidades autónomas está causada por el VRS. La mayoría de pacientes que llegan dan positivo, sostienen los médicos, que no saben cuándo se llegará al pico de esta ola, ni cuánto de grave será.
Muchos hospitales se están quedando sin camas, tienen las UCI pediátricas llenas y están teniendo de retrasar las operaciones no urgentes. En la Comunidad de Madrid, donde además los pediatras de atención primaria están en huelga indefinida, Sanidad ha contratado 27 médicos para reforzar la atención en urgencias.