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Los expertos en sueño aseguran que uno de los problemas más comunes en España es que se duerme poco y mal, por lo que muchas personas deciden tomar una pastilla antes que cambiar ciertos hábitos, como encontrar la postura correcta al dormir, para lograr un descanso óptimo. La solución más buscada es la melatonina que, aunque no tiene efectos secundarios relevantes, los especialistas afirman que si se toma mal o de forma excesiva, se convierte en un remedio inútil.
Óscar Sans, el responsable de la Unidad de Trastorno del Sueño del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, explica a EFE la prioridad que se le debe dar al consejo y aprobación de un médico antes de tomar melatonina. "Sea cual sea el porcentaje que tenga, lo que recomendamos es que haya detrás un médico que decida cómo tomar melatonina, que intrínsecamente no es ni buena ni mala, pero si está mal indicada no va a servir para nada".
Por otro lado, la coordinadora de la Unidad Multidisciplinar del Sueño del Hospital Universitari Vall d'Hebron, Odile Romero apunta: "Se está haciendo un consumo excesivo de melatonina porque sabemos que daño no nos va a hacer" y añade: "tienes que saber muy bien cuándo la tienes que indicar, a la hora que la tienes que indicar y la dosis y el tipo que tienes que indicar, y esto es lo que no se está haciendo bien; la gente toma cualquier tipo de melatonina".
La melatonina es una hormona natural secretada por la glándula pineal del cerebro que regula el ciclo sueño-vigilia del sueño; de forma exógena, se puede administrar de dos formas, una mediante suplementos de liberación rápida y que no pueden superar los 1,9 mg. Hay muchos productos a la venta sin receta que ayudan a la relajación y el sueño gracias a la composición de distintas sustancias.
Según datos facilitados a EFE por la consultora Iqvia, el fármaco más vendido es el de doxilamina, seguido de dos complementos que contienen melatonina. Uno de ellos ha incrementado su comercialización en un 18% con respecto a 2021.
En general, la venta de estos productos ha aumentado progresivamente en los últimos años al pasar de los 11,1 millones en 2020 a los 11,7 millones en 2021 y alcanzando los 12,1 millones en este año 2022.
La melatonina a partir de 2mg necesita prescripción ya que se considera medicamento de liberación retardada, aunque no están sufragados por el Sistema Nacional de Salud (SNS). Estos suelen estar específicamente indicados para los niños con trastorno del espectro autista (TEA), déficit de atención e hiperactividad (TDAH) además de los adultos mayores de 55 años con una disminución de la secreción endógena.
Aunque la melatonina de liberación rápida suela considerarse una solución para adelantar la fase del inicio del sueño en quienes la tienen retrasada, acabar con el 'jet lag' o los turnos laborales, según indica Romero, en cualquier caso es recomendable que se haga bajo el control de un médico ya que cada persona puede verse afectada por sus efectos de distinta manera.
La Sociedad Española del Sueño (SES); la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) han detectado un "uso y abuso" de preparados de melatonina en gran parte de la población infantil.
"Muchas veces -relata Sans, coordinador del grupo de trabajo de Pediatría de la SES-, y ante la dificultad de iniciar o mantener el sueño de los niños, se les da melatonina sin consultar previamente a los profesionales sanitarios" y añade: "Mal dada, a dosis equivocadas y cuando no toca puede no tener ningún efecto", y aunque los problemas para la salud son poco relevantes, al final "lo que habremos hecho es dar melatonina a nuestro hijo sin tener que dársela".
El caso de los niños con TEA o TDAH que se consume sin obedecer a "un capricho de los padres", es distinto aunque estas familias están forzadas a afrontar los costes elevados de estos medicamentos. De esta manera, muchos piden que se financien por el sistema público.
Debe atenderse la situación en los niños si estos tardan más de una hora en dormirse acostándose a una hora adecuada o si se despiertan en mitad de la noche con frecuencia así como la irritabilidad o el mal humor al despertar, disminución del nivel de energía durante el día o que los fines de semana se despierte más tarde aun habiéndose acostado a la misma hora la noche anterior.
Sans opina que, más que dormir mal -aunque en el confinamiento pandemia sí notaron un pico-, los niños españoles duermen mucho menos de lo que deberían, sobre todo los adolescentes, en los que converge la "tormenta perfecta", ya que son los últimos en irse a dormir pero son los primeros en iniciar las clases.
También se suma a esto un mal uso de la tecnología y de las pantallas ya que la luz hace que se inhiba la secreción de melatonina interna, haciendo que se retrase aún mucho más la fase de inicio del sueño que ya de por sí tienen retrasada biológicamente.
Según la SES, entre un 20 % y un 48 % de la población tiene problemas para dormir en algún momento, que se convierten en un insomnio crónico -aquel que dura más de 3 meses- para el 10 %, unos 4,7 millones de ciudadanos.
"Los españoles no valoramos lo suficiente el sueño: hemos empezado a hacerlo con el ejercicio físico y tener una vida saludable, pero no le damos demasiada importancia a dormir bien" en una sociedad donde cenar o quedar a horas tardías aun sabiendo que se tiene que madrugar es muy habitual, argumenta Romero, que integra el grupo de trabajo de insomnio de la SES.
El cambio de hábitos resulta la solución más fácil y natural, además de que no tiene que ser necesariamente radical.
El primer tratamiento para el insomnio es la terapia cognitivo conceptual, pero "necesitas una participación activa del paciente y que cumpla la normativa"; sin embargo, la mayoría de las veces "no están dispuestos a seguirla porque es más fácil tomarse una pastilla que, además, produce un efecto ansiolítico más agradable, por lo que se acaban medicalizando mucho más de lo necesario".
Las ventas de tranquilizantes han aumentado un 4% según la información proporcionada por Iqvia propuesta entre los años 2020 y 2022.
Hace unas semanas el PSOE llevó este asunto al Congreso mediante una PNL que insta al Gobierno a "analizar y proponer soluciones a las necesidades formativas de los especialistas en ciencias de la salud en relación con los trastornos del sueño y desarrollar los contenidos formativos necesarios para posibilitar la prevención y una atención integral, multidisciplinar y personalizada de este problema de salud".
"Cada vez tenemos más evidencia de que dormir menos de cinco horas puede aumentar a medio y largo plazo el riesgo de sufrir enfermedades y, sin embargo, sacrificamos horas de sueño de manera voluntaria" porque, además de los horarios tardíos, en nuestra cultura "no está bien visto dormir mucho", lamenta el neurofisiólogo clínico.
Su compañera de especialidad coincide: "Es un problema de salud pública". "Todavía se considera que dormir es perder el tiempo. Falta mucho camino por recorrer", censura.