Como hemos visto en la Temporada 5 de 'The Crown', el 20 de noviembre de 1995 supuso un antes y un después en la historia de la Corona Británica. Fue el día en el que Diana de Gales, separada ya de Carlos de Inglaterra, dio una entrevista en la televisión pública tan sincera y brutal, que la Reina Isabel II, convencida religiosa, autorizó el divorcio real de la expareja, en contra de sus propios principios.
La guerra fría que mantenían el Príncipe Carlos y la popular Lady Di, alcanzó su mayor ofensiva con esta entrevista en abierto en la BBC, realizada por Martin Bashir, de butaca a butaca. Ninguno de los 23 millones de espectadores que la vieron – y más aún, siendo británicos – se esperaba lo que iban a oír: la verdad. La verdad de lo que ocurría en el lugar más sagrado para un inglés: su casa, su templo, su intimidad, protegida de lo embarrased, de la vergüenza y el escarnio público y social. Pues zas.
Con la mirada dudosa, entre la timidez y la seguridad en lo que decía, Diana dio una serie de titulares que plasmaban el calvario que había vivido durante su pertenencia en la Casa Real; algo que, muchos años después, también ha sufrido su hijo Harry tras su matrimonio con la actriz norteamericana, Meghan Markle. Lo que quiere decir que, ni con Diana Spencer bajo tierra, los Windsor aprendieron la lección.
Más allá de la famosa frase: “Éramos tres en ese matrimonio, por lo que estaba algo abarrotado”, Lady Di hizo una serie de valientes confesiones que pusieron en primera plana los problemas de salud mental que sufrió como miembro de la monarquía y que son una realidad universal.
Fue, por tanto, la pionera en hablar de la bulimia, la depresión posparto o la soledad en pareja y la infidelidad; problemas que puede tener cualquier ciudadano que esté leyendo ahora mismo este artículo. Diana dijo:
El complicado estado psicológico de Lady Di durante esos años queda perfectamente plasmado en otro estreno de éxito, la película ‘Spencer’, en la que Kristen Stewart interpreta magistralmente a Diana en una de sus peores y más inestables Navidades en Balmoral.