Cuándo tomar paracetamol, aspirina e ibuprofeno según el dolor que tengamos

Fármacos como el paracetamol, la aspirina y el ibuprofeno no faltan en ninguna casa. Son nuestro mejor aliado contra el dolor y la fiebre, pero ¿sabes cuál tomar según la molestia que tengas y cuándo debes hacerlo?

Ya sea porque nos han quitado una muela, por dolores menstruales, migraña o una artritis, los medicamentos son nuestros mejores amigos cuando no nos encontramos bien, y los más sonados suelen el paracetamol, la aspirina y el ibuprofeno. Pero no todos tienen el mismo efecto sobre el cuerpo, por lo que es importante tener claro a cuál recurrir según la necesidad.

Cuándo tomar paracetamol

El paracetamol es un fármaco analgésico y antipirético, lo cual quiere decir que por un lado alivia los dolores de cabeza, musculares y artríticos, entre otros muchos, y por otro lado que hace disminuir la fiebre. En cambio, a diferencia del ibuprofeno, el paracetamol no es antiinflamatorio.

El paracetamol a veces está presente en otros medicamentos pensados para la gripe, por ejemplo, pero en general se toma solo para tratar desde dolores de cabeza, dolores menstruales, de espalda o de garganta hasta resfriados y sinusitis.

Está desaconsejado su uso en caso de embarazo y durante la lactancia, así como mezclados con otros medicamentos sin consultar previamente a un médico. Tomarlo en exceso, además, puede causar daños graves en el hígado, úlceras e incluso muerte súbita.

Cuándo tomar ibuprofeno

El ibuprofeno es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo, lo que se conoce como AINE, y se receta para aliviar el dolor, la sensibilidad, la hinchazón y la rigidez causados por la osteoartritis y la artritis reumatoide, entre otros muchos usos: para aliviar el dolor menstrual, reducir la fiebre y aliviar dolores menores y dolores de cabeza, dolores musculares, resfriado común, dolores de muelas o los dolores de espalda.

Lo que hace el ibuprofeno es detener la producción del cuerpo de una sustancia que causa dolor, fiebre e inflamación. Su efecto es más duradero que el del ibuprofeno (dura hasta 6 horas) y también hace efecto más rápido. La parte negativa es el daño al estómago, por lo que se recomienda tomarlo con comida o leche para prevenir el malestar estomacal, y está desaconsejado en personas que han sufrido úlceras.

Cuando se toma ibuprofeno durante un tiempo más largo o en una dosis más alta que la recomendada en la etiqueta del producto o por nuestro médico, puede causar úlceras, sangrado o perforaciones en el estómago o el intestino, además de aumentar la tolerancia a este medicamento y el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Por supuesto, está desaconsejado en embarazadas, ya que puede dañar el feto.

Cuándo tomar aspirina

La aspirina puede aliviar el dolor ya que es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo al igual que el ibuprofeno, pero dado que interfiere en la coagulación de la sangre, la aspirina suele estar aconsejada para reducir el riesgo de problemas graves como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Lo que hace es reducir la acumulación de la sangre y facilitar que fluya hacia el corazón.

Se aconseja en los casos muy parecidos al ibuprofeno (dolores menstruales, de muelas o de cabeza), pero también en personas que han sufrido un infarto, una angina de pecho, un golpe o alguna operación en el corazón o los vasos sanguíneos, por ejemplo.

Dado que es un medicamento agresivo para el estómago, no se aconseja en personas son problemas renales graves, en personas mayores de 65 años, embarazadas, personas con problemas hepáticos, con trastorno hemorrágico, asmáticos ni en personas que estén tomando otros medicamentos. Es uno de los medicamentos más utilizados a nivel mundial.