Sharon Stone, que hace más de 20 años -en 2001- sufrió un derrame cerebral que estuvo a punto de matarla e hizo que olvidara cómo andar, hablar, leer o escribir ha anunciado en las redes sociales que tiene cáncer y que lo sabe gracias a pedir una segunda opinión tras un diagnóstico erróneo. Un tumor que necesita ser operado y extirpado. Sharon Stone se ha sometido a una operación que no debía tras "otro diagnóstico erróneo y un procedimiento incorrecto", cuenta. "Con el empeoramiento del dolor, pedí una segunda opinión", explica. "Tengo un tumor fibroide grande que debe ser extirpado". Y pide a "las mujeres en particular" que soliciten siempre "una segunda opinión. Puede salvar tu vida".
"Estaré inactiva de 4 a 6 semanas para recuperarme por completo", acaba Sharon Stone, que en junio pasado aseguró que había sufrido nueve abortos espontáneos a lo largo de su vida. "Gracias por vuestra atención. Todo está bien", finaliza.
Se trata de uno de los tumores no cancerosos más comunes entre las mujeres, especialmente en aquellas en edad fértil, se desarrolla en la pared del útero y en ocasiones las pacientes no saben que lo tienen porque no producen síntomas, aunque hay veces que puede provocar problemas graves.
La estrella de cine, que hace más de 20 años -en 2001- sufrió un derrame cerebral que estuvo a punto de matarla e hizo que olvidara cómo andar, hablar, leer o escribir se enfrenta ahora a un nuevo reto vital. "Solo tenía un 5% de probabilidades de sobrevivir a aquello. Toda mi vida desapareció de mi mente por completo", reconoce tras recordar esos tiempos.
En sus memorias aseguró que de pequeña estuvo a punto de morir por un rayo, que fue víctima de abuso por parte de su abuelo, que sufrió una grave caída que casi la mata mientras montaba a caballo
Los fibromas uterinos son tumores no cancerosos del útero que a menudo aparecen durante los años fértiles. También llamados leiomiomas o miomas, los fibromas uterinos no están asociados con un mayor riesgo de cáncer uterino y casi nunca se convierten en cáncer, según explica Mayo Clinic.
Los fibromas varían en tamaño: desde plántulas indetectables para el ojo humano hasta masas voluminosas que pueden distorsionar y agrandar el útero. Puedes tener un solo fibroma o varios. En casos extremos, los múltiples fibromas pueden expandir tanto el útero que este llega a la caja torácica y puede añadir peso.
Muchas mujeres tienen fibromas uterinos en algún momento de su vida. Sin embargo, es posible que no sepas que tiene fibromas uterinos porque a menudo no causan síntomas. El médico puede descubrir fibromas por accidente durante un examen pélvico o una ecografía prenatal.
Muchas mujeres que tienen fibromas no tienen ningún síntoma. En las que sí tienen, los síntomas pueden verse influenciados por la ubicación, el tamaño y número de fibromas.
En las mujeres que tienen síntomas, los signos y síntomas más comunes de los fibromas uterinos incluyen:
En raras ocasiones, un fibroma puede causar dolor agudo cuando supera su suministro de sangre y comienza a morir.
Los fibromas se clasifican generalmente por su ubicación. Los fibromas intramurales crecen dentro la pared muscular uterina. Los fibromas submucosos sobresalen dentro de la cavidad uterina. Los fibromas subserosos se proyectan por fuera del útero.
Visita a tu médico si presentas lo siguiente:
Busca atención médica inmediata si tienes sangrado vaginal intenso o dolor pélvico agudo que aparece repentinamente.
Los médicos no conocen la causa de los fibromas uterinos, pero la investigación y la experiencia clínica apuntan a estos factores:
Los médicos creen que los fibromas uterinos se desarrollan a partir de una célula madre en el tejido muscular liso del útero (miometrio). Una sola célula se divide repetidamente y termina creando un tumor firme y gomoso distinto del tejido cercano.
Los patrones de crecimiento de los fibromas uterinos varían: pueden crecer lenta o rápidamente, o pueden permanecer del mismo tamaño. Algunos fibromas pasan por períodos de crecimiento acelerado y otros pueden encogerse por sí solos.
Muchos fibromas que han estado presentes durante el embarazo se encogen o desaparecen después del embarazo, ya que el útero vuelve a su tamaño habitual.
Existen pocos factores de riesgo conocidos para los fibromas uterinos, aparte de ser una mujer en edad reproductiva. Los factores que pueden incidir en el desarrollo de los fibromas incluyen los siguientes: