Alimentarnos bien debería ser, en realidad, bastante sencillo: seguir una dieta mediterránea y evitar todos los alimentos que, por razones obvias, se consideran nocivos (refrescos, procesados, productos azucarados...), basta para darle a nuestro organismo todo lo que necesita, más allá de los consejos y pautas concretas que se apliquen en nuestro caso. Si a ello le sumamos ejercicio, así como evitar el alcohol como "sustancia nociva", el tabaco (todo un lujo en plena etapa de inflación) y cualquier otra sustancia tóxica, tendremos una combinación perfecta.
Lo complicado es, en realidad, decir que no a todas las tentaciones que nos rodean y vencer la pereza cuando se trata de ponernos en movimiento. Sin embargo, momentos como la llegada del frío son clave para proteger nuestra salud en los meses que vienen y, en este sentido, una alimentación pensada para mejorar tus defensas puede ser una buena forma de reiniciar tu rutina saludable con el máximo efecto para tu salud. Si quieres protegerte de enfermedades durante los próximos meses, toma nota de qué alimentos tomar para subir tus defensas.
Estos alimentos te ayudarán a mejorar tus defensas
Es importante tener en cuenta que nuestro sistema inmunitario es un sistema complejo compuesto por células y factores solubles que trabajan para mantener protegido nuestro organismo. Aunque factores incontrolables, como la genética o la edad, pueden interferir en nuestras defensas, siempre existe un margen de control que, en este caso, se encuentra en nuestro estilo de vida. Si nos alimentamos bien y hacemos ejercicio, tendremos mucho ganado. Lo mismo se aplica al descanso de calidad, así como a evitar el estrés y, por supuesto, mantener una buena higiene.
Para que tu alimentación sea parte de la solución, toma nota de estos alimentos que te ayudarán a mejorar tus defensas:
Aceite de oliva. Contiene un aporte importante de vitamina E, con propiedades antioxidantes que ayudan a restaurar el sistema inmunológico.
Ajo. No solo tiene propiedades inmunológicas, sino que es un perfecto antibacteriano y antifúngico.
Almendras y nueces. En estos frutos secos encontrarás las grasas que necesita la vitamina E para ser absorbida por tu organismo.
Arándanos. Te ayudaran a evitar todo tipo de infecciones, como las respiratorias, pero también las que afectan al tracto urinario. Sus propiedades antioxidantes y protectoras son únicas.
Boniatos. La presencia de beta caroteno es su punto fuerte, ya que es fuente de vitamina A. Además, aporta fibra a tu organismo.
Brócoli. Esta verdura imprescindible en cualquier cocina contiene variados minerales y vitaminas, especialmente A, C y E. Se trata, por tanto, de un potente antioxidante, siendo además rico en fibra.
Cangrejos, mejillones, almejas y langosta. El zinc es la clave de estos los crustáceos: su consumo es básico para reforzar tus defensas.
Cebolla. La cebolla es otro de esos alimentos mágicos que no pueden faltar en tu dieta. Es perfecta apara evitar enfermedades respiratorias y para aliviar sus síntomas, como la presencia de mucosidad.
Cereales ie de vitamina Cntegrales y legumbres. Su alto aporte en minerales es básico para proteger tu organismo frente a agentes externos: que no falten en tu dieta.
Champiñones. Su truco es su elevado contenido en selenio y vitamina B, así como los polisacáridos, que potencian la función inmune.
Chocolate negro. Además de ser un antidepresivo natural, el chocolate es un potente antioxidante.
Espinacas, verduras de hoja verde y aguacates. En el caso de las espinacas, antioxidantes, beta carotenos y vitamina C te ayudarán a mejorar la capacidad de tu sistema inmune. En general, las verduras de hoja verde contienen vitamina E, que te protege frente a las infecciones.
Germen de trigo. Se aconseja consumirlo por su alto contenido en zinc, vitaminas E y, especialmente, vitamina B6.
Granada. Esta deliciosa fruta tiene propiedades antibacterianas y antivirales.
Huevos. Contienen especialmente vitamina A, fósforo, selenio y zinc.
Kiwi. No solo aporta una gran cantidad de vitamina C, sino que además contiene folato, potasio y vitamina K. Todo ello ayuda a lo glóbulos blancos a defenderte mejor frente a posibles infecciones.
Naranjas, mandarinas, limones, pomelos y limas. Ya sabemos que los cítricos aportan mucha vitamina C y que ésta te ayuda a combatir infecciones: que no falten en tu dieta de otoño.
Papaya. Su alto contenido de vitamina Ce suma a cantidades importantes de potasio, vitamina B y folato.
Pimientos, coles y tomates. Son, también, fuente importe de vitamina C, sobre todo en el caso del pimiento rojo que, además, tiene beta carotenos. El tomate es también un potente antioxidante.
Pipas de girasol. Contienen fósforo, magnesio, vitamina B-6 y E.
Pollo y pavo. Consúmelos para mejorar tus niveles de vitamina B-6, necesaria para la producción de glóbulos rojos.
Salmón, atún y caballa. Su nutriente estrella son los ácidos grasos Omega 3, cuyos beneficios para tu salud son muchos: protegen tu corazón y ayudan a evitar la diabetes, accidentes cerebrovasculares, algunos cánceres, artritis reumatoidea, asma, enfermedad intestinal inflamatoria, colitis ulcerativa y deterioro mental.
Sandía. Consúmela para una buena dosis de potasio y vitaminas A, C y B.
Té verde. Se trata de una potente fuente natural de antioxidantes.
Yogures y lácteos. Tienen una función probiótica. Además, el yogur e rico en vitamina D.
Zanahorias, calabazas, albaricoques y frutos rojos. Son fuente de vitamina A, básica para generar anticuerpos.