Las palabras de una directiva de Pfizer en el Parlamento Europeo durante una Comisión Especial para analizar la compra de las vacunas contra la covid han sido objeto de polémica esta semana. A una pregunta del eurodiputado holandés del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, Robert Roos, sobre si su vacuna con tecnología ARN mensajero fue "testada para frenar la transmisión del virus antes de ser lanzada al mercado", la representante de la farmacéutica respondió que no. Algo que ya se sabía en los informes de la vacunas y que ahora parece que llama al escándalo.
"Con respecto a la pregunta de si sabíamos acerca de detener la inmunidad (aquí la experta lo más probable es que quisiera decir transmisión) antes de entrar en el mercado, ¡no! Realmente tuvimos que movernos a la velocidad de la ciencia para entender realmente lo que estaba ocurriendo, y desde ese punto de vista tuvimos que hacer todo con riesgo”, contestó la ejecutiva.
El pasado martes, Roos publicó un tuit en el que recogía esta intervención en el Europarlamento y en la que calificaba las palabras de Small como "impactantes e incluso, criminales". El eurodiputado conservador consideró que "el único objetivo del pasaporte covid fue obligar a la población a vacunarse", al tiempo que criticó que se afirmara que había que vacunarse por uno mismo y por las personas de alrededor. Argumentos que cree que fueron una "mentira barata" y una forma de "discriminación". Su vídeo acumula más de 12 millones de reproducciones.
“Sí usted no se ha vacunado, usted es antisocial. Esto es lo que dijeron el primer ministro y el Ministro de Sanidad. No te vacunas solo por ti, también por los demás. Lo haces por toda la sociedad. Eso dijeron. Esto ha resultado ser un sinsentido. En una audiencia sobre la covid en el Parlamento Europeo uno de los directores de Pfizer me ha admitido que cuando se introdujo la vacuna nunca fue probada para parar la transmisión del virus”.
“Esto elimina -añade- toda la base legal para el pasaporte Covid. El pasaporte introdujo una discriminación institucional masiva cuando los ciudadanos perdieron acceso a partes esenciales de la sociedad. Esto es importante, incluso criminal”.
Pero el europarlamentario tergiversa la realidad. Nadie dijo nunca que las vacunas contra el covid fueran esterilizantes ni que evitaran la transmisión de la enfermedad. Los especialistas recuerdan que las vacunas contra el coronavirus se diseñaron para prevenir el desarrollo de la enfermedad grave y la muerte tras la infección por SARS-CoV-2 (el virus causante de la covid), pero no para cortar la transmisión.
"El carácter no esterilizante de todas las vacunas, y no solo la de Pfizer, es conocido por la comunidad científica desde el primer momento y nunca se ha ocultado. El diseño de todas las vacunas y el mecanismo de infección del virus, que ocurre a través de la mucosa nasal, ya sugería desde el principio que cualquier administración parenteral no interrumpiría la transmisión del virus, ya que no se dispararía una inmunidad potente en la mucosa respiratoria que bloquease al virus in situ", explica a Science Media Centre Ignacio J. Molina Pineda, catedrático en inmunología del Centro de Investigación Biomédica de Universidad de Granada.
"Conseguir una vacuna que interrumpa la transmisión sería ideal, pero hasta ahora no se ha conseguido con ninguna de las que se han desarrollado por la complejidad que ello conlleva. Por contra, se han conseguido vacunas que potencian enormemente al sistema inmunitario y que son sumamente eficaces en prevenir una COVID grave. Este ha sido el objetivo de todos los ensayos clínicos y ninguno ha incorporado la interrupción de la transmisión, que era claramente un objetivo secundario", añade Molina.
El doctor Gaona ha intervenido en Horizonte en Cuatro para aclarar esta controversia y también refleja la realidad que ya sabíamos, "querían una vacuna para disminuir los síntomas de las personas que en ese momento estaban enfermando y por supuesto no daba tiempo a testar acerca de la transmisión, porque eso hubiera ido a un estudio mucho más largo, hubieran muerto muchísimas más personas… Y no, no me paga Pfizer, ojalá", ha asegurado.
La también catedrática en inmunología y directora del Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO) África González-Fernández, destaca que "evitar la transmisión significa generar inmunidad protectiva que evite que la persona se infecte y, por tanto, tenga el patógeno", lo cual "ayudaría a tener una inmunidad colectiva en menor tiempo", mientras que evitar la enfermedad grave, la muerte o las secuelas implica generar inmunidad "que protege al individuo vacunado". "Son dos cosas muy diferentes. La mayoría de las vacunas no evitan la transmisión del patógeno frente al cual se quiere actuar; lo que hacen es proteger de la infección grave. No son "esterilizantes", agrega.
"Con las vacunas se ha mezclado ciencia y política de una forma que ha hecho perder la confianza en una herramienta que se estima que ha salvado más de 20 millones de vidas durante esta pandemia. El objetivo de toda vacuna es evitar la muerte, la hospitalización y la enfermedad grave, nunca evitar el contagio. Es cierto que desde ciertas instancias de la compañía farmacéutica se atribuyeron a la vacuna capacidades que no se habían demostrado y para las cuales los ensayos clínicos no habían sido diseñados. En una palabra, se ‘vendió’ la vacuna muy por encima de sus posibilidades (y de las posibilidades de todas las vacunas existentes). Esto hizo un daño tremendo a la vacuna y a la ciencia en general", considera el inmunólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago, José Gómez Rial.
Cabe mencionar también que la delegada de Pfizer, en su respuesta, parece confundirse y querer decir transmisión cuando habla de "inmunización". Así lo piensa otra de las fuentes consultadas por el SMC de España, el virólogo e investigador del Instituto de Salud Carlos III José Alcamí. "Entiendo que lo que quería decir era: '¿Sabíamos si pararía la transmisión antes de lanzarlas al mercado? ¡No!".
Alcamí explica que "los diseños de todos los estudios de fase III de las vacunas COVID no estaban hechos para medir este parámetro —protección frente a transmisión/infección— ya que los objetivos de los ensayos, los parámetros de eficacia que se valoraron, fueron el desarrollo de síntomas covid, leves, moderados o severos. Lo que los estudios demuestran, y así lo dicen en las publicaciones, es que las vacunas protegían de desarrollar síntomas, leves o graves, es decir, protegían frente al desarrollo de enfermedad sintomática o muerte. Para saber si bloqueaban la transmisión hubiera habido que hacer una PCR semanal, o cada dos semanas, a todos los participantes en el ensayo para ver si los vacunados sufrían menos infección asintomática o no se infectaban, algo inviable por el número de pacientes incluidos en estos ensayos".
Las vacunas han demostrado ser eficaces como medida preventiva. ¿Por qué? Porque la persona vacunada dispone de más defensas que una no vacunada si entra en contacto con el virus, va a tener menos carga viral, va a transmitir menos el covid aunque no sea esterilizante y va a tener menos posibilidades de ocupar una cama de hospital, una cama UCI o de fallecer. Que era el objetivo de las vacunas contra el covid.