La demencia consiste en el declive lento y progresivo de la función mental, lo que incluye la memoria pero también el pensamiento, la capacidad para aprender y el juicio. Según los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, la prevalencia de esta enfermedad ronda el 0,05 por ciento entre las personas de 40 a 65 años; 1,07 por ciento entre los 65-69 años; 3,4 por ciento en los 70-74 años; 6,9 por ciento en los 75-79 años; 12,1 por ciento en los 80-84; 20,1 en los 85-89; y 39,2 por ciento entre los mayores de 90 años. La edad es, por tanto, un factor clave, y determinados síntomas pueden ayudarte a detectar este tipo de dolencia para comenzar a toma medidas cuanto antes. ¿Qué síntomas alertan de que puedes sufrir demencia en unos años?
Qué síntomas alertan de que puedes sufrir demencia en unos años
La demencia es un término relativamente amplio que engloba un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales, interfiriendo en la vida diaria. Tal y como explica Mayo Clinic, se trata de signos lo suficientemente graves como para interferir en la vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, pero hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.
Estos son los tipos de demencia no reversibles que avanzan con el tiempo:
Enfermedad de Alzheimer.Esta enfermedad es la causa más común de demencia (60-70% de acuerdo con los datos de la OMS) Se trata de una de las enfermedades neurodegenerativas más prevalentes y afecta principalmente a personas mayores de 65 años.
Demencia vascular. Se trata del segundo tipo más común de demencia y su causa se encuentra en el daño a los vasos que suministran sangre al cerebro, provocando accidentes cerebrovasculares o afectando el cerebro de otras maneras.
Demencia con cuerpos de Lewy. Los cuerpos de Lewy son grupos anormales de proteínas en forma de globo que se han encontrado en el cerebro de personas con demencia. Provocan uno de los tipos más comunes de demencia progresiva.
Demencia frontotemporal. Se trata de un grupo de enfermedades relacionadas con la ruptura de las células nerviosas y sus conexiones en los lóbulos frontal y temporal del cerebro.
Demencia mixta. Es frecuente que se den en la misma persona distintos tipos de demencia con diferentes orígenes, como puede ser una combinación de Alzheimer y demencia con cuerpos de Lewy.
Aunque, en función del origen de la demencia, los síntomas pueden variar, en general incluyen pérdida de memoria, problemas en el uso del lenguaje y la realización de actividades, cambios de personalidad, desorientación y comportamiento inapropiado o perjudicial. El resultado es que, progresivamente, la persona no pueda valerse por sí misma: determinadas terapias pueden ayudar a sobrellevar estos síntomas y a conservar la función mental durante el mayor tiempo posible.
Estos son algunos de los primeros síntomas de la demencia:
Dificultad para realizar tareas diarias. La persona que sufre demencia tiende a experimentar cada vez más problemas a la hora de desarrollar tareas cotidianas. Por ejemplo, seguir una receta, concentrarse, controlar las finanzas familiares...
Repetición. Otro síntoma clave es el hecho de repetir constantemente la mima pregunta o contar la misma historia una otra vez sin recordar haberlo hecho previamente.
Problemas de comunicación. Si aparecen problemas a la hora de seguir una conversación o participar en ella, por ejemplo, debido a lagunas en lo que se iba a decir o si ha dificultades para encontrar las palabras adecuadas, puede que te encuentres ante un caso de demencia. También puede costar recordar el nombre de personas u objetos.
Perderse o no encontrar cosas. Es posible que la persona que sufra demencia se pierda, dado que sus capacidades visuales y espaciales se ven mermadas. Conducir puede convertirse en una tarea especialmente peligrosa. También es frecuente no recordar dónde se ha colocado algo, por mucho que se trate de su lugar habitual.
Cambios de personalidad. La demencia puede causar gran frustración en quien la sufre y es frecuente que aparezcan cambios de humor, pensamientos negativos, enfados, pérdida de interés en actividades, actitud confundida o temerosa... así como síntomas coincidentes con la depresión.
Confusión sobre el dónde y el cuándo. Perder la noción del tiempo también es frecuente en caso de demencia. Por ejemplo, olvidar el día de la semana en que estamos o el año ene que vivimos, cuándo sucedió un evento determinado...
Si quieres evitar padecer demencia en el futuro, debes tener en cuenta que tanto la edad como la genética son importantes factores de riesgo. Sin embargo, ciertos hábitos saludables pueden ayudarte: cuida tu dieta (en particular, los niveles bajos de vitamina D, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato pueden aumentar el riesgo de demencia), haz ejercicio, evita el consumo de alcohol y los riesgos cardiovasculares (tensión alta, colesterol alto, obesidad, arterioesclerosis...), evita la depresión, no consumas tabaco, reduce tu exposición a la contaminación y descansa de forma adecuada.