¿Tu pareja te ha pedido un tiempo y no sabes qué hacer? 5 consejos para reaccionar de forma madura

De todas las frases que asustan, quiero un tiempose lleva el premio ganador, al menos cuando una de las partes no está de acuerdo. Al oírla, todo tu mundo se pone patas arriba y es que la vida tal y como la imaginabas –es decir, al lado de tu pareja– cambia.

Que tu pareja te pida un tiempo es, sin duda, un momento crítico para la relación. Aunque existe la creencia de que es un eufemismo para romper definitivamente, lo cierto es que muchas personas necesitan poner en ‘stand by ‘ la relación para que funcione. Pero, ¿qué puedes hacer si tú no necesitas un tiempo?

Reaccionar de forma madura cuando tu pareja te pide una ‘pausa’ no es fácil. Sin embargo, no debemos escudarnos en el dolor para actuar de forma egoísta o cruel. Si realmente quieres lo mejor para tu pareja, para la relación y para ti, te recomiendo seguir los siguientes consejos.

1. Conoce sus motivos

Por norma general, cuando la pareja pide un tiempo, es normal reaccionar negándolo todo, como si así no fuese real. Ni es sano, ni es justo.

Párate a escuchar a tu pareja para poder entender qué es lo que pasa. Si te está pidiendo un tiempo, es que algo no va bien, incluso cuando para ti todo era perfecto. Quizá es la relaciónhay dinámicas tóxicas, una rutina asfixiante o no os dedicáis tiempo de calidad–, quizá es tu pareja –está pasando por un momento de crecimiento personal y quiere centrarse en ella– y quizá eres tú –no le aportas lo que necesita y se ha cansado de pedírtelo o has cambiado y no le gusta tu ‘nueva versión’–.

Todo esto duele, no lo voy a negar, y a veces sentirás que es injusto, pero necesitas saber lo que tu pareja está sintiendo incluso cuando es diametralmente opuesto a lo que sientes tú.

2. No invalides emocionalmente a tu pareja

Cuando tu pareja te explique sus motivos, no reacciones negándolos o minimizándolos. Si se siente así, es por algo. Quizá para ti no tiene sentido, pero nadie se ‘desenamora’ por gusto o elección propia. Es un proceso que lleva su tiempo, así que, en vez de invalidarlo, intenta comprender qué le ha llevado a este punto.

Si por ejemplo te dice que quiere daros un tiempo porque siente que tenéis diferentes ideas de futuro, no saltes diciendo “eso es mentira”. La solución tampoco es cambiar de opinión drásticamente y decirle “no me dejes, por ti cambiaré, ahora quiero el mismo futuro que tú”, porque es una promesa falsa que surge del sufrimiento.

Recuerda que tu pareja probablemente esté pasándolo igual de mal que tú, así que respeta sus emociones y su decisión, aunque no las entiendas.

3. Cuida otras áreas de tu vida

Otro gran error es obsesionarte con tu pareja, escribirle constantemente y querer quedar todos los días.

Esto ocurre porque piensas que hay que estar encima de tu pareja para que no se olvide de ti y así quiera volver, pero sucede todo lo contrario: estás causándole rechazo. Tu pareja necesita tiempo y espacio, y tú también.

Enumera todas las áreas de tu vida que has desatendido desde que tenías pareja. ¿Hay algún amigo al que quieres mucho, pero últimamente no ves? También puedes apoyarte en algún familiar con el que te sientas a gusto y al que hayas olvidado un poquito últimamente. Quizá tienes pendiente alguna ambición laboral o algún proyecto personal: apuntarte a un curso, ir a la escuela de idiomas, hacer un voluntariado, etc. También puedes dedicar más tiempo a tu autocuidado mental, por ejemplo, empezando la terapia psicológica si es algo que siempre has necesitado, pero nunca has dado el paso.

4. Conoce el duelo que estás viviendo

Cuando atravesamos una ruptura, toca vivir un duelo. En el caso de que te hayan pedido un tiempo, también. Son situaciones diferentes, pero igual de duras.

El duelo es ese proceso emocional que experimentas cuando pierdes algo importante, en este caso, la relación de pareja tal y como la conocías. Te toca enfrentarte a pensamientos contradictorios: quieres volver con tu pareja, pero estás decepcionado con ella; no la entiendes, pero sabes que había cosas en la relación que no iban bien; le culpas de la ruptura, pero también te machacas a ti mismo.

También surgirán muchas emociones, a veces más de las que puedes procesar. Sentirás rabia, ansiedad, mucha tristeza, nostalgia, culpabilidad, inseguridad, celos, vacío… Es normal. Lo importante es que no reprimas estas emociones y que hables con naturalidad de ellas con alguien de confianza –a poder ser, alguien diferente a tu pareja–.

5. Tienes derecho a opinar, pero mejor sin impulsividad

Tu pareja quiere un tiempo, pero, ¿qué quieres tú? Sí, lo sé, seguir con la relación, pero eso no es posible porque la otra persona necesita poner distancia. Sin embargo, tú tienes derecho a decidir si eres capaz de poner la relación en ‘stand by’  o si necesitas una decisión drástica. En otras palabras, puedes pedirle a tu pareja que sea directa y decida dejarlo definitivamente o que decida dar a la relación una segunda oportunidad -trabajando ambos para que mejore y sea sana–.

Esta decisión no debe ser impulsiva. Tómate un par de días para pensar desde el respeto y no desde el rencor o el despecho. Quizá estás pensando que si le obligas a tomar una decisión drástica, elegirá seguir con la relación. En ese caso, estás actuando desde el miedo al abandono.

Párate a pensar en qué pasaría si os dais un tiempo y tras un mes, tu pareja quiere volver. ¿Serías capaz? ¿Podrías confiar y reconstruir la relación sin reproches? Si la respuesta es no, es mejor cortar en vez de daros un tiempo.

Ahora, párate a pensar en tu salud mental durante este tiempo que os vais a tomar. ¿Te ves capaz de cuidarte? ¿Crees que estas semanas o meses te pueden ayudar a crecer como persona? ¿Puede mejorar la relación alejándoos, trabajando vuestras dinámicas tóxicas y aprendiendo a valorar al otro desde la distancia? Entonces, poner una pausa puede ayudaros.