Si hay una máxima que se cumple en cualquier tipo de cáncer es que la detección temprana es básica para actuar a tiempo, salvar vidas y minimizar el impacto de la enfermedad en nuestra salud. En general, cuanto antes detectemos este tipo de dolencia más efectivo será el tratamiento, mayores serán las probabilidades de recuperación y menos agresivas serán las medidas que se deban adoptar. Esto se aplica también en el caso del cáncer de tiroides, que afecta a esta glándula endócrina situada en la base del cuello, por delante de la laringe. Por este motivo, cada 24 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Cáncer de Tiroides, con fin de recordar en qué consiste esta enfermedad y cuáles son sus síntomas. Toma nota de cuáles son los síntomas tempranos del cáncer de tiroides.
El número de casos de cáncer de tiroides detectados en España ha aumentado en las últimas dos décadas y, aunque las razones no están del todo claras, la comunidad médica relaciona este hecho con factores ambientales y nutricionales. La buena noticia es que este incremento en el número de diagnósticos no ha ido acompañado de un aumento de la tasa de mortalidad. En este sentido, es importante saber que el cáncer de tiroides puede no resultar muy visible en sus primeros estadios, ya que inicialmente se trata de tumores de pequeño tamaño. Aun así, algunos signos pueden ayudarte a actuar a tiempo.
Tal y como explica la web Cancer.org, el cáncer de tiroides puede causar cualquiera de los siguientes signos o síntomas:
Si notas cualquiera de estos síntomas, es importante acudir a un profesional cuanto antes para que pueda llevar a cabo las pruebas necesarias y determinar la causa. Es posible que tu médico realice un análisis de sangre o una ecografía de la tiroides para detectar cambios. Ten en cuenta, además, que el factor hereditario es importante en este tipo de enfermedad: en concreto, las personas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides medular (MTC) presentan un alto riesgo de padecer este cáncer. Por eso muchos médicos recomiendan pruebas genéticas para este grupo de potenciales pacientes cuando son jóvenes.
Ten en cuenta que estos síntomas también pueden relacionarse con otras afecciones no cancerosas, y también por otros tipos de cáncer en la zona del cuello. Por ejemplo, es frecuente la aparición de nódulos benignos en la tiroides. En general, la mayor parte de los casos de cáncer de tiroides en etapa inicial se detectan gracias al propio examen del paciente, tras notar nódulos o protuberancias en su cuello. También es frecuente su detección mediante exámenes rutinarios o en caso de realizarse estudios por imágenes, como ecografías (ultrasonido) o tomografías computarizadas relacionadas con otros problemas de salud.