Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer: ¿cuáles son las señales y síntomas que presenta?
Lucía SicreMadrid
El Alzheimer es especialmente frecuente en España.Pixabay
Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer, una jornada que sirve para tomar conciencia acerca de esta enfermedad
España es, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), uno de los países del mundo con mayor proporción de casos de Alzheimer
El principal factor de riesgo para desarrollar Alzheimer es la edad y, dado que la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres, suele afectar más a las primeras
Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer, una jornada que sirve para tomar conciencia acerca de esta enfermedad y para divulgar información sobre cuáles son sus síntomas y datos más relevantes. Se trata de una enfermedad neurológica que constituye la primera causa de discapacidad y que afecta en todo el mundo a más de 40 millones de personas. Además, España es, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), uno de los países del mundo con mayor proporción de casos de Alzheimer en personas de más de 60 años. En total la padecen unas 800.000 personas en nuestro país siendo el tipo de demencia neurodegenerativa más frecuente. ¿Cuáles son las señales y síntomas que avisan del Alzheimer?
El principal factor de riesgo para desarrollar Alzheimer es la edad y, dado que la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres, suele afectar más a las primeras. De hecho, su prevalencia es tres veces mayor en el sexo femenino. Además, dado que la esperanza de vida aumenta para todos, es previsible que aumente el número de casos diagnosticados en el futuro. Como cifras orientativas, un 5 por ciento de las personas de 65 años padecen esta enfermedad y, en el caso de los mayores de 90 años, el porcentaje se dispara hasta el 40 por ciento.
Para que puedas reconocerla cuanto antes, toma nota de cuáles son las principales señales y síntomas que avisa del Alzheimer, recogidos por la Asociación del Alzheimer:
Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana. Es uno de los síntomas más claros y uno de los primeros en aparecer. Si tú o algún ser querido experimenta dificultades para retener información recién aprendida o fechas o eventos importantes, puede que se trate de un caso de Alzheimer. Es frecuente que quien presente este síntoma pida que se le repita la misma información varias veces, o que dependa de notitas o recordatorios para sus tareas cotidianas.
Dificultad para planificar o resolver problemas. Es frecuente que aparezcan dificultades para desarrollar un plan y seguirlo, así como a la hora de trabajar con números, seguir una receta... La concentración puede verse mermada.
Complicaciones al realizar las tareas habituales en casa, en el trabajo... Un claro signo de Alzheimer es la aparición de dificultades para desarrollar tareas cotidianas bien conocidas.
Desorientación de tiempo o lugar. Dificultades en la comprensión; olvidar fechas, estaciones o el paso del tiempo... son signos de esta enfermedad. Por ejemplo, puede ocurrir que el paciente olvide dónde está o cómo llegó a ese lugar.
Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan entre sí en el ambiente. Esto se manifiesta en dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste. Por eso puede ser peligrosa la conducción.
Problemas con el uso de palabras en el habla o al escribir. Las dificultades a la hora de seguir una conversación o participar en ella son frecuentes, así como repetirse mucho o no encontrar las palabras adecuadas.
Colocar objetos fuera de lugar. Es posible experimentar problemas a la hora de colocar cosas en su lugar habitual, así como olvidar dónde se encuentran.
Disminución o falta del buen juicio. Los cambios en el juicio o en la toma de decisiones son habituales en estos casos.
Pérdida de iniciativa. Las dificultades que suponen sufrir esta enfermedad pueden llevar al paciente a perder iniciativa o a delegar áreas de su vida en terceros.
Cambios en el humor o la personalidad. Estos síntomas pueden desembocar en frustración y enfado en el paciente, así como en confusión, sospechas, acusaciones, depresión, miedos, ansiedad...
Si percibes cualquiera de estos síntomas, lo mejor es acudir a un profesional cuanto antes: la detección temprana permite hacer uso de tratamientos que pueden ralentizar el desarrollo de la enfermedad, si bien actualmente no existen medicamentos que logren restaurar el deterioro cognitivo. La rehabilitación cognitiva y el ejercicio físico pueden ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente.