Controlar nuestro nivel de azúcar y mantenerlo siempre dentro de niveles saludables es un básico para proteger nuestra salud. Por eso es importante conocer cuáles son los síntomas que alertan sobre niveles elevados de azúcar en sangre. De esta forma podrás pedir ayuda de un profesional y comenzar a controlar tu dieta, evitando así problemas y enfermedades que resultan mucho más probables en caso de hiperglucemia frecuente. Especialmente si ya sufres diabetes, debes tener especial cuidado y controlar tus niveles de azúcar siguiendo las pautas recomendadas por tu médico. ¿Qué síntomas alertan de una subida de azúcar? ¿Cómo actuar en estos casos?
Cuando hablamos de hiperglucemia nos referimos a subidas de azúcar en el flujo sanguíneo, y las causas pueden ser muy variadas. Tal y como explica Unir, las más frecuentes son ser diabético y no inyectarse insulina suficiente, el sedentarismo, padecer alguna enfermedad o infección, el uso de esteroides, someterse a una cirugía o sufrir estrés emocional, por ejemplo, en caso de problemas laborales, de pareja o familiares.
Aunque un 'pico' de azúcar puntual no pone en riesgo nuestra salud a largo plazo, si estos episodios se vuelven habituales estaremos multiplicando el riesgo de sufrir todo tipo de enfermedades cardíacas, así como derrames cerebrales, problemas de visión o de nervios. La edad es un factor importante: normalmente los problemas de azúcar suelen aparecer en población adulta, pero en cualquier caso debemos acostumbrarnos a alimentarnos de forma saludable durante toda la vida, sentando desde pequeños los pilares para una buena salud en el futuro. En general, unos niveles de glucosa elevados afectan negativamente al sistema inmunitario, debilitándolo. Por eso tenderemos a enfermar con más frecuencia y con más facilidad.
Estos son los principales síntomas de la hiperglucemia:
Otros síntomas son la fatiga extrema; las naúseas, mareos y vómitos; irritabilidad; calambres; visión borrosa y sensación de hormigueo en las extremidades. Para evitarlo, si eres diabético, extrema el control en tu dieta y en tu medicación, y no olvides la importancia del ejercicio físico para equilibrar tus niveles de glucosa en sangre. Lo mismo se aplica si experimentas subidas de azúcar sin ser diabético: es probable que debas controlar lo que comes y acostumbrarte a llevar una rutina más saludable, en la que el ejercicio debe ser parte imprescindible.