El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha asegurado que "jamás se ha estado en una mejor posición" para poner fin a la pandemia del coronavirus, por lo que ha pedido "no perder esta oportunidad". Y es que, tal y como ha detallado en rueda de prensa, la semana pasada se registró el número "más bajo" de fallecidos por coronavirus desde marzo de 2020, por lo que "ya se puede ver la luz al final del túnel".
"Una persona que corre maratones no se para antes de llegar a la meta, sino que corre más y con toda su energía. Estamos en una posición de ventaja y vemos la meta, pero es el peor momento para dejar de correr, sino que lo que tenemos que hace res correr más rápido y asegurarnos de que cruzamos la línea de meta", ha recalcado.
Y es que, tal y como ha advertido, sino se aprovecha esta oportunidad se corre el riesgo de que aparezcan más variantes, más muertes y más incertidumbre. "Ya se ha demostrado que cuanto más circula el virus más oportunidades hay de que mute. Esperamos que haya nuevas olas de infección, por lo que todavía queda mucho por hacer", ha enfatizado la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove.
Por todo ello, el organismo de Naciones Unidas ha publicado seis informes de políticas con acciones clave para poner fin a la pandemia. Estos documentos, tal y como ha informado Tedros, se basan en las evidencias científicas y la experiencias adquiridas en los últimos 32 meses sobre lo que mejor funciona para salvar vidas, proteger los sistemas sanitarios y evitar problemas sociales y económicos.
"Son una llamada urgente para que los gobiernos refuercen sus políticas contra el covid-19 y contra otros patógenos que tengan potencial de pandemia. Asimismo, los informes incluyen información sobre acciones específicas que deben aplicarse", ha enfatizado el director general de la OMS. Dicho esto, Tedros ha subrayado la importancia de que los países continúen realizando pruebas, secuenciando al virus e integrando los servicios de vigilancia y testeo con los de otras enfermedades respiratorias, incluida la gripe.
"Desde la víspera de Año Nuevo de 2019, y todos los días desde entonces, la OMS ha trabajado sin descanso para advertir al mundo y brindar a las personas en todas partes las herramientas que necesitan para mantenerse a salvo, salvar vidas y mantener las sociedades en funcionamiento", ha apostillado el dirigente de la OMS.
Por otro lado y según un nuevo informe de la Comisión Lancet sobre la covid-19, los fallos globales y generalizados en la respuesta a la enfermedad provocaron millones de muertes evitables y revirtieron los progresos realizados hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU en muchos países. La Comisión Lancet es el resultado de dos años de trabajo de 28 de los principales expertos del mundo en políticas públicas, gobernanza internacional, epidemiología, vacunación, economía, finanzas internacionales, sostenibilidad y salud mental, y de consultas con más de 100 colaboradores de 11 grupos de trabajo mundiales.
El informe advierte de que la consecución de estos objetivos depende de un multilateralismo reforzado que debe girar en torno a una Organización Mundial de la Salud (OMS) reformada y reforzada, así como de inversiones y una planificación perfeccionada para la preparación nacional ante la pandemia y el fortalecimiento de los sistemas sanitarios, con especial atención a las poblaciones vulnerables.
Las inversiones cruciales también incluyen la mejora de las transferencias de tecnología y conocimientos para los productos sanitarios y la mejora de la financiación sanitaria internacional para los países y regiones con recursos limitados. "El asombroso número de víctimas de los dos primeros años de la pandemia de covid-19 es una profunda tragedia y un enorme fracaso social a múltiples niveles", lamenta el profesor Jeffrey Sachs, presidente de la Comisión, catedrático de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y presidente de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible.
"Debemos enfrentarnos a duras verdades --advierte--: demasiados gobiernos no han respetado las normas básicas de racionalidad y transparencia institucional; demasiadas personas han protestado contra las precauciones básicas de salud pública, a menudo influidas por la desinformación; y demasiadas naciones no han promovido la colaboración mundial para controlar la pandemia".
Por ello, asegura que "ahora es el momento de emprender una acción colectiva que promueva la salud pública y el desarrollo sostenible para poner fin a la pandemia, aborde las desigualdades sanitarias mundiales, proteja al mundo contra futuras pandemias, identifique los orígenes de esta pandemia y cree resiliencia para las comunidades de todo el mundo".
El informe reconoce que durante la pandemia ha mostrado varios aspectos de la cooperación internacional en su mejor momento como las asociaciones público-privadas para desarrollar múltiples vacunas en un tiempo récord; las acciones de los países de altos ingresos para apoyar financieramente a los hogares y las empresas; y la financiación de emergencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, pero también han puesto de manifiesto múltiples fallos en la cooperación mundial.
En este sentido, destaca "los retrasos de la OMS a la hora de declarar emergencia de salud pública de importancia internacional y de reconocer la transmisión aérea del SRAS-CoV-2 coincidieron con la falta de cooperación y coordinación de los gobiernos nacionales en cuanto a los protocolos de viaje, las estrategias de pruebas, las cadenas de suministro de productos básicos, los sistemas de notificación de datos y otras políticas internacionales vitales para reprimir la pandemia". También enumera "la falta de cooperación entre los gobiernos para la financiación y distribución de productos sanitarios clave -incluidas las vacunas, los equipos de protección personal y que los recursos para el desarrollo y la producción de vacunas en los países de bajos ingresos- ha tenido un coste muy elevado".
El informe también critica las respuestas nacionales a la covid-19, que a menudo se caracterizaron por "un asesoramiento de salud pública incoherente y una aplicación deficiente de las medidas sociales y de salud pública, como el uso de mascarillas y la vacunación y muchas políticas públicas no abordaron adecuadamente los efectos profundamente desiguales de la pandemia en las comunidades vulnerables, como las mujeres, los niños y los trabajadores de los países de ingresos bajos y medios". Todo ello "exacerbado por las extensas campañas de desinformación en los medios de comunicación social".
Así, recomienda que "los planes nacionales de preparación para la pandemia deben incluir la protección de los grupos vulnerables, como las mujeres, las personas mayores, los niños, las comunidades desfavorecidas, los refugiados, los pueblos indígenas, las personas con discapacidad y las personas con enfermedades comórbidas. La pérdida de empleo y el cierre de escuelas debido a la pandemia han devastado los progresos realizados en materia de igualdad de género, educación y nutrición, y es fundamental evitar que esto vuelva a suceder", alertan.