Dos ensayos dirigidos por una doctora del Hospital Vall d'Hebron han demostrado que la inmunoterapia puede ser una verdadera alternativa e incluso ser más efectiva que la quimioterapia en el cáncer de cérvix recurrente o metastásico.
Los estudios, dirigidos por la jefa del Grupo de Neoplasias Ginecológicas del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), Ana Oaknin, se han presentado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se está celebrando estos días en París.
Estos ensayos abordan el tratamiento del cáncer de cérvix o de cuello uterino, mayoritariamente causado por el virus del papiloma humano (VPH) y que supone la cuarta causa principal de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo, con un diagnóstico más frecuente entre los 35 y 44 años.
Uno de los dos estudios de la doctora Oaknin, EMPOWER-Cervical 1, ha demostrado sobre una muestra de 600 pacientes la mejora de la supervivencia general con el fármaco de inmunoterapia cemiplimab, que ha resultado ser incluso más efectivo que la quimoterapia para pacientes de cáncer de cérvix recurrente o metastásico.
"Cemiplimab reduce hasta en un 35 % el riesgo de muerte en pacientes con cáncer de cérvix metastásico que habían progresado después de una primera línea de tratamiento con quimioterapia", ha destacado Oaknin.
El segundo estudio, CHECKMATE 358, se planteó por primera vez comprobar la eficacia de un régimen de inmunoterapia sin quimioterapia, como primera línea de tratamiento.
En total participaron 176 pacientes, a las que se administraron diferentes combinaciones de dos fármacos de inmunoterapia: “Los datos obtenidos demuestran que un régimen combinado de inmunoterapia con nivolumab e ipilimumab sin quimioterapia puede conseguir una regresión del tumor duradera con una toxicidad significante pero manejable", ha resaltado Oaknin.