Joy Milne, la enfermera que enseñó a los médicos a oler el párkinson en Escocia

La lucha para derrotar a las enfermedades tiene desde hace tiempo a los perros como aliados. Su potente sentido del olfato ha ayudado a muchos propietarios de mascotas a detectar enfermedades como el cáncer. Ahora, la novedad es que una enfermera jubilada en Escocia, Reino Unido, ha demostrado ser capaz de detectar el párkinson en su marido solo con olerle el cuello. Los investigadores ya trabaja en esta línea y han elaborado una prueba que logra identificar esta enfermedad en solo tres minutos.

Joy Milne es una enfermera jubilada de 72 años que vive en Perth, en el centro de Escocia. Doce años antes de que le confirmasen que su marido padecía párkinson, Milne ya percibía un olor extraño en él. Según ha relatado a la BBC, notó que "tenía un olor a humedad bastante desagradable, especialmente alrededor de los hombros y la parte posterior del cuello". Esta mujer también se dio cuenta de que su piel estaba experimentando cambios.

En su momento, Milne no supo identificar lo que se escondía detrás de aquel extraño olor ni tampoco de los cambios en la piel de su marido, pero 12 años más tarde cuando los médicos le confirmaron que padecía párkinson, ató cabos y se dio cuenta que eso era lo que ella estaba percibiendo en su esposo.

Los investigadores ya trabajan en un método para detectar el párkinson a través del olor corporal

La extraña habilidad de Milne no cayó en saco roto y tras integrarse en grupos de apoyo para pacientes con párkinson, detecto los mismos olores en otros enfermos. 

Su experiencia ha servido a un grupo de investigadores de la Universidad de Mánchester (Reino Unido) para desarrollar un método en desarrollo que sirve para detectar en fases tempranas esta enfermedad

Los científico, cuenta este medio británico, analizaron el sebo, la sustancia aceitosa de la piel, recolectado con un hisopo de algodón en la espalda de los pacientes, un área que suele lavarse con menos frecuencia. Después, usando un espectrómetro de masa, compararon a 79 personas con párkinson con un grupo de control de 71 que no tenían la enfermedad.

La investigación encontró más de 4.000 compuestos únicos en las muestras, de los cuales 500 eran diferentes entre las personas con párkinson y el grupo que no tenía la enfermedad. 

Con largas listas de espera en las consultas de los neurólogos, los enfermos tardan mucho en ser diagnosticados a través de la observación y descripción de los síntomas por lo que este simple procedimiento puede ayudar en la detección precoz de la enfermedad.

Lamentablemente, en la actualidad no existen pruebas diagnósticas ni curas para una enfermedad neurodegenerativa que suele mostrarse a través de síntomas como temblores, dificultad para caminar, delirios y alucinaciones o problemas en el habla.

Les Milne, el esposo con párkinson de Joy, murió en 2015. Su aportación a la lucha contra enfermedad puede ayudar a muchas familias a entender su evolución y a los cambios que provoca en los enfermos. Con más de ocho millones de afectados en todo el mundo, adelantarse a su detección puede "marcar la diferencia" como le Les a Joy antes de morir