Ocho alimentos para superar la depresión posvacacional y afrontar la vuelta a la rutina
Existen determinados alimentos que pueden ayudarte a sobrellevar la vuelta a la rutina, en combinación con hábitos saludables: buen descanso, ejercicio físico...
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Consejos para volver a la rutina después del verano: de la organización a la alimentación
El fin del verano no deja indiferente a casi nadie: no es casualidad que desde hace unos años se hable cada vez con más fuerza del llamado síndrome posvacacional, un conjunto de síntomas que se asemejan a los de una depresión y que se relacionan directamente con la vuelta a la rutina tras las vacaciones. Esta especie de 'enfermedad transitoria' suele pasar rápido y no dejar grandes secuelas: simplemente lo pasamos mal cuando nos enfrentamos a un cambio de tal calibre... y a peor. Con algunos trucos y consejos es posible adaptarse más rápidamente y de forma menos dolorosa. La alimentación es parte importante de este listado de pautas para superar el bache de la vuelta al trabajo.
Alimentos para superar la depresión posvacacional
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El síndrome posvacacional o depresión posvacacional tiene mucho que ver con la modernidad y todo lo que ello implica: la vida de ciudad, el estrés, el ruido, las largas jornadas laborales, los desplazamientos agobiantes, la falta de tiempo libre... Es demasiado sencillo que la rutina, en el peor sentido de la palabra, nos engulla si no hacemos algo por evitarlo. Por eso la mayoría de consejos dedicados a esquivar o superar más rápidamente este síndrome tienen que ver precisamente con encontrar esos espacios de paz y de autocuidado con los que cambiarle el significado a nuestro día a día y mejorar nuestras vidas en general.
Ello, claro está, tiene mucho que ver con la alimentación, pero también con otros factores, como el ejercicio, el buen descanso, los hábitos saludables, la relajación, la reducción del estrés... Es la mejor forma de evitar que aparezcan síntomas como la apatía, la falta de energía o la ausencia de motivación, muy típicos de este cuadro. Algunas personas pasan por este momento casi de puntillas y de forma fluida, sin excesivos problemas de adaptación; otras son más propensas a sufrir sus efectos, normalmente debido a que su resistencia ante la frustración es menor, tal y como recuerda Sanitas.
Ten en cuenta también que cuanto más largas sean las vacaciones, más nos habremos acostumbrado a lo bueno y, por ende, más nos costará volver a sentarnos frente a un ordenador. No es lo mismo parar durante una semana que hacerlo durante un mes completo y, en este último caso, es posible que tu entorno laboral te resulte extraño y ajeno al regresar. Ni qué decir tiene que un lugar de trabajo estresante o desagradable hará que nuestra ansiedad se dispare cuando llegue el momento de volver a esta rutina, en cuyo caso tal vez debamos replantearnos si es esa la situación laboral que queremos.
Más allá de ello, los factores más fáciles de controlar son aquellos que tienen que ver con nuestras rutinas fuera de la oficina, que nos permitirán 'compensar' de alguna manera el daño causado por la jornada laboral. En lo que a alimentación se refiere, toma nota de estos alimentos perfectos para combatir la depresión posvacacional:
- Agua. El agua se sitúa en el primer lugar por una sencilla razón: es el aliado imprescindible para mantenernos hidratados, ayudarnos a eliminar toxinas y conseguir revertir poco a poco el efecto de los excesos de las últimas semanas. Bebe agua en abundancia (sin pasarte, rodeando el margen del litro y medio o dos litros diarios) y, si te apetece, acompáñala con una rodaja de limón, de lima, de pepino... para aportar frescor y nutrientes.
- Fruta y verdura de temporada. La naturaleza es muy sabia y nos coloca delante los alimentos que necesitamos en el momento en que más los necesitamos. Esto ocurre en el caso de la fruta de temporada. Por ejemplo, el melocotón es una de las que más recomiendan consumir los expertos. También se recomiendan el kiwi y naranja, por sus grandes aportes de vitamina C. En general, una alimentación ligera, rica en frutas y verduras siempre será más saludable. Entre las verduras, la espinaca o la calabaza son algunas de las preferidas por los nutricionistas.
- Café. El café no solo nos ayuda a mantenernos más despiertos y a ponernos las pilas durante la jornada laboral: también es antioxidante y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y neurológicas. También tiene efectos antidepresivos y es de gran ayuda frente a la diabetes de tipo 2. Eso sí, evítalo (o consúmelo con moderación) si notas que te pone excesivamente nervioso. Las bebidas excitantes pueden no ser las mejores compañeras en caso de estrés.
- Chocolate negro. ¿Sabías que el chocolate con más de un 70 por ciento de cacao puro reduce activamente los niveles de hormonas relacionadas con el estrés? Evita el consumo de chocolates con mucha azúcar y elige los más puros para cuidarte más.
- Huevo. Las proteínas que contiene el huevo son especialmente saludables, por lo que su consumo es muy recomendable en este momento del año, especialmente en combinación con ejercicio físico. Lo mismo se aplica al pescado azul, cuyo consumo también se recomienda durante el otoño. Así podrás a tono tu masa muscular de la forma más sana y ligera posible. Puedes consumir hasta 6 o 7 huevos semanales sin que ello suponga un riesgo: el huevo conviene todos los aminoácidos esenciales, es saciante y no demasiado calórico.
- Harinas integrales. Es mejor evitar las harinas refinadas tras el verano como parte del plan de puesta a punto a nivel nutricional. Los carbohidratos de absorción lenta evitan los picos de glucosa en el organismo y, además, este tipo de productos contienen más fibra, lo que supone beneficios a todos los niveles. Evita también los azúcares en la medida de lo posible: los altibajos de energía son tus enemigos si te encuentras abatido.
- Yogur natural. Pon a punto tu salud intestinal con una buena dosis de probióticos. Su consumo también se asocia con una mejora del estado de ánimo, pudiendo llegar a aliviar la depresión. El motivo se encuentra en que los probióticos ayudan a reducir la producción de químicos inflamatorios, lo que a su vez ayuda a digerir el triptófano, un aminoácido necesario en la síntesis de la melatonina, la serotonina y la vitamina B3. Alimentos como el pollo contienen previamente triptófano, así como las almendras y el mencionado chocolate.
- Nueces. ¿Sabías que el consumo regular de nueves reduce la posibilidad de depresión? El por qué se encuentra en el ácido alfa-linoleico omega 3 de origen vegetal, relacionado con una buena salud mental. Si necesitas más energía e interés, las nueces no pueden faltar en tu dieta.